Los intendentes tejen su trama, con Scioli como emergente

Los intendentes tejen su trama, con Scioli como emergente

Una serie de acuerdos políticos, que tuvieron impacto en la aprobación del presupuesto bonaerense, reunió a una veintena de intendentes peronistas, que podrían impulsar a Scioli al Senado en 2017.


Un grupo de intendentes peronistas bonaerenses se propone intervenir activamente en la construcción peronista para 2017 y 2019, con el fin de “articular una renovación del peronismo, sobre todo en los modos”.

Después de que sus legisladores se negaran, a fin de diciembre pasado, a votarle el Presupuesto a la flamante gobernadora, los jefes comunales decidieron que había llegado el momento de intervenir. El 4 de enero se vieron las caras en Almirante Brown, donde se reunieron 45 de los 55 intendentes peronistas bonaerenses y le reclamaron al bloque de legisladores provinciales que votaran una propuesta, una propia si fuera necesario, pero que votaran un proyecto.

“No se puede gobernar sin presupuesto”, alegaron. Incluso, el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, señaló: “No quiero hacerles a los demás lo que no me gusta que me hagan a mí”.

Finalmente, después de muchos avatares consiguieron que ambas cámaras legislativas aprobaran el presupuesto el 14 de enero último, limitando el endeudamiento que proponía María Eugenia Vidal a 60 mil millones y logrando que 10 mil fueran destinados a financiar obras en sus distritos.

Tras tanto trajín, a pesar de que fueron críticos con la actitud de Daniel Scioli cuando se confeccionaron las listas legislativas, el exgobernador estaría en condiciones de asomar como uno de los referentes de este espacio, que es una construcción que no empezó por arriba, como ocurre habitualmente.

En 2017 quedará definido el futuro inmediato del peronismo, ya que allí, en las legislativas de medio término, se jugará una brava carta de permanencia o final.

En esas circunstancias, el excandidato presidencial del FpV podría liderar la lista de candidatos a senadores nacionales, pero más que eso, intentaría –si le dan los números– convertirse nuevamente en el líder que encabece la reconstrucción del peronismo a nivel nacional.

Un dato de la realidad -que nunca está de más leer- es que el exgobernador visitó Lomas de Zamora el martes último y se mostró junto al jefe comunal, Martín Insaurralde, uno de los jefes de la movida de los intendentes. La excusa: visitar una colonia de vacaciones gratuita que abrió el municipio en Villa Albertina.

Allí, el intendente lomense reconoció que “Daniel Scioli conoce de punta a punta la Provincia, por eso los dirigentes necesitamos de su experiencia”, mientras que este le devolvió la gentileza, declarando que “con Martín Insaurralde compartimos una visión de futuro, con el gran desafío de integrar a todos, respaldando lo que se haga bien y oponiéndonos a aquellas cosas en las que no estamos de acuerdo, para cuidar fundamentalmente a la clase trabajadora”.

Este espaldarazo sería el punto de partida de la construcción por arriba que encararía el peronismo bonaerense. Por abajo tejen su trama, hoy por hoy, la Liga de Intendentes, que serían sus sostén si persisten los acuerdos y la política sigue corriendo por los cauces de construcción, más allá de los grandes temas superestructurales.

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