En el kirchnerismo hay preocupación por un personaje de la inteligencia vernácula que saltó a la fama con la denuncia por encubrimiento a Irán presentada por el fallecido fiscal Alberto Nisman.
Se trata del Ramón Allan Bogado. “El Francés”, como lo conocen en la jerga.
El sindicado por Nisman de ser el nexo entre el gobierno de Cristina Kirchner y la comunidad iraní sabe demasiado. O al menos hace trascender. Pero eso no es todo, ya que son sus relaciones con los servicios extranjeros lo que más inquieta a dirigentes del Frente para la Victoria y ex funcionarios del gobierno K.
Según reveló el portal adelanto24.com, “El Francés” es conocedor -como pocos- de algunos negociados desarrollados durante la “década ganada”. Además del caso Nisman, claro está. Y está en la mira de los agentes camporistas que aún sobreviven en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), que fueron puestos en alerta, para seguir de cerca los pasos de Bogado. Lo cual fuentes inobjetables ratificaron a NU.
No es la primera vez que el ex espía inorgánico sufre este tipo de intimidaciones, ya que el pasado 29 de septiembre denunció “hostigamiento” a raíz de una serie de movimientos sospechosos en las inmediaciones de su domicilio.
Quién es Bogado
De 44 años de edad, Ramón Allan Bogado, reviste en la categoría de “inorgánico” del servicio de inteligencia argentino, según tres fuentes que prefirieron mantener su nombre bajo reserva.
No obstante, en su denuncia, Nisman escribió casi en forma premonitoria: “La circunstancia de que “Allan” cumpla funciones -orgánicas o inorgánicas- para el organismo de Inteligencia Nacional no es un dato menor. Todo lo contrario, dicha pertenencia le permite aprovechar los recursos de tal secretaría de Estado, lo que lo hace especialmente apto para cumplir con su tarea”.
Según el difunto fiscal, hacía dos años que venía investigado el supuesto encubrimiento a favor de los iraníes, lapso en el que contó con el apoyo de su asesor oficial, el ex director de Contrainteligencia, Antonio “Jaime” Stiuso, un conocedor íntimo de los pliegues secretos de la ex SIDE. Stiuso, antes de ser despedido el 17 de diciembre pasado, estaba enfrentado con el entonces Director de Reunión de la ex SIDE, Fernando Pocino, un aliado del jefe del Ejército y especialista en inteligencia, General César Milani. Desde que se firmó el pacto con Irán, Cristina privilegió su relación con Milani por sobre la ex SIDE.
Además, para la AFIP Bogado es un fantasma. No está inscripto a la AFIP, no posee registros de antecedentes laborales en la ANSES y tampoco obra social.
El agente involucrado en las escuchas y la denuncia del Fiscal Nisman es oriundo de Misiones y escaló posiciones en la SIDE (Servicio de Inteligencia del Estado) durante el menemismo, bajo la sombra de Hugo Anzorreguy. Pero su gran oportunidad se dio con la salida de Jaime Stiuso, y a quien reemplazaría en el poder; Stiuso se habría cobrado venganza y estaría regresando al país.
Orgánicos e inorgánicos
En el mundo del espionaje, se habla de agentes orgánicos e inorgánicos. Los primeros son aquellos que revisten en relación de dependencia, con su nombre real o “de guerra” si son secretos y cobran un sueldo. Mientras que los segundos cobran “en mano” y sin dar ningún tipo de recibos de los cuantiosos fondos reservados de los que dispone la ex SIDE.
