Acerca de su evaluación sobre los primeros 6 años de la autonomía porteña, Menem respondió que "en realidad se avanzó más lento de lo que preveíamos en aquel momento. Los temas centrales, como la construcción de una policía y de una justicia propias, no fueron resueltos por este gobierno. La cuestión de la basura se solucionó sólo con la prórroga del contrato y las instituciones creadas a partir de la Constitución sancionada en 1996, nacieron con pies de barro. Fíjense el caso del Consejo de la Magistratura, hoy con varios de sus consejeros imputados por presuntos ilícitos, que está investigando la justicia federal. A los organismos de Control, hoy desfinanciados, les llueven denuncias por irregularidades en la gestión, y a la Ciudad la están gobernando sin presupuesto aprobado y con superpoderes."
Menem señaló que "la Ciudad de Buenos Aires es, aunque lamentablemente cada vez menos, una ciudad privilegiada, desde la época de la conquista hasta ahora. La ciudad-puerto siempre tuvo una autonomía de hecho con respecto al resto del país federal, por su cultura europeizada, por la concentración del poder, por su standard de vida, con ingresos muy superiores al resto de las provincias y por las características propias de una metrópoli que está entre las más grandes del mundo".
En referencia a la situación política, Menem sostuvo que la "inacción del tándem aliancista conformado por Fernando De la Rúa -en su rol de jefe de Gobierno primero, y de presidente después- y Aníbal Ibarra paralizó todas las obras del distrito, que hoy está deteriorado como nunca lo ví antes, es un verdadero trastorno, un caos. Hay quienes dicen que están pagando la herencia recibida, pero eligen olvidarse cómo encontraron al país y a la ciudad después de esos 10 años y como está ahora, con el descalabro y el despilfarro económico que produjeron las administraciones aliancistas, tanto a a nivel nacional como local".
"También habrá que definir de una vez por todas, qué pasa con el tema de la inseguridad, no puede ser que no se pueda ir al trabajo o salir a la calle, la gente vive con un miedo permanente y los únicos que están entre rejas son los monumentos. Si no van a hacer nada, que se lo digan a la gente, así ésta sabe a qué atenerse. Para gobernar hay que saber conducir y tener las cosas claras y autoridad natural. Está visto que no alcanza con hacerse el recio en la TV" disparó Menem, aludiendo al clip de campaña de Ibarra, prometiendo que iba a combatir a la delincuencia porque él había puesto preso a López Rega.
"Esta ciudad está sufriendo como pocas -continuó Menem- la destrucción de un sistema financiero que habíamos construido con decisión política y reglas claras, a través de inversiones externas que fuimos trayendo, y también del capital nacional, que apostó a una política económica que tenía un lugar en el mundo, el cual tendremos que recuperar. Hoy las alianzas que me sucedieron nos dejaron fuera del tablero mundial."
"Yo me comprometo ante todos los porteños a que vamos a recuperar la estabilidad económica, y también el crédito interno y externo, que hizo crecer al país sostenidamente durante el último gobierno justicialista. Haremos de Buenos Aires una ciudad que vuelva a a crecer a partir de rubros como la tecnología, el turismo y los servicios en general, hoy carentes de conducción y de rumbo. La Capital, que es una sociedad pensante y de un nivel de consumo importante, sabrá evaluar cómo vivían antes y cómo viven ahora, qué perspectiva de futuro tenían sus hijos en los noventa y cuáles tienen ahora" dijo Menem.
Luego el ex presidente pronosticó una elección muy reñida para jefe de Gobierno en la Capital, en la que nadie llegará al 30% en la primera vuelta, por lo que se definirá a favor de quien mejor diseñe su política de alianzas en el ballotage. "El peronismo mejorará, sin duda, la pésima elección que hizo en el 2000, porque ahora habrá que ganarles a los dueños de la ética y la transparencia, que hoy no pueden transparentar sus gastos, además de que fracasaron estruendosamente en su capacidad de gestión. Lo más importante que recuerdo de las últimas dos administraciones fueron las bicisendas de De la Rúa. En cuanto a Ibarra, creo que soñó con gobernar y ya ven, vive en la luna, debe ser por eso que todas las calles están llenas de cráteres" ironizó el ex presidente.