Mauricio Macri volvió a castigar a su rival predilecto, Aníbal Ibarra, a quien tildó de "irrresponable" y evaluó una eventual candidatura capitalina de Cristina Kirchner para el 2005: "Yo no elijo mis competidores. Lo único que espero es que sea una campaña más respetuosa que la que me tocó. Que podamos discutir ideas".
"Tiene que haber dirigentes responsables, no como Ibarra", disparó el empresario y concluyó: "La Ciudad está abandonada y desquiciada".
En tren de armar propuestas, señaló: "Nosotros propusimos poner una cierta cantidad de plata en un fondo anticíclico. Después, hay que blanquear el salario de los docentes. Tercera cosa: asignemos dinero para la infraestructura; las inundaciones hacen un daño bárbaro".
"Yo con él (Ibarra) no apuesto", destacó Macri. "Apuesto con la gente con quien tengo simpatía. Él cree que el fin justifica los medios; yo no comparto eso".
Ya en el plano nacional, y consultado sobre la marcha de la economía, evaluó: "Se está recuperando, pero el daño ya está hecho. Resolverlo llevará tiempo y requiere una política de Estado"
El empresario también opinó sobre seguridad y criticó las políticas del Gobierno nacional: "El Estado, en este momento, está impotente frente a lo que pasa. Si el Estado estuviera presente, las bandas no podrían cortar las calles, ocupar viviendas ajenas, robar o secuestrar".
"En estas cosas, no se puede inventar. Cuando uno llega al infierno, se necesita tiempo para salir. Hay que consultar con todos, hacer una política de Estado", opinó.
"Primero, la seguridad la hacemos con las fuerzas de seguridad y no contra las fuerzas de seguridad. No comparto las purgas. Yo lo digo con la autoridad de que a mí me secuestraron tres comisarios", finalizó.