La hora de las reuniones

La hora de las reuniones

Por Daniel Galvalizi

El encuentro en la Tour en Brique muestra cuánto hay de cogobierno en la Provincia, al menos hasta las próximas elecciones, cuando el Frente Renovador precise desmarcarse.


Cada ciclo histórico tiene su huella, sus signos distintivos. Si en los años pasados fue la crispación y la división tajante y tribal entre la dirigencia política, quizás podría decirse que en el nuevo ciclo la característica que sobresale es el reunionismo, como alguna vez llamó un dirigente massista a ese hábito de mantener encuentros por doquier y con un variopinto de referentes con tal de enhebrar algo que bien no se sabe en qué deparará.

Otro sello de esta coyuntura es la diversidad en quiénes participan de esta sobredosis de cumbres y encuentros. Como hace tiempo no ocurre, y con especial énfasis en la provincia de Buenos Aires, diferentes sectores tienden puentes entre sí. El año pasado ya había comenzado: el Pro y el Frente Renovador tuvieron momentos de mutuo histeriqueo, aunque luego no pudieron tejer un acuerdo y la campaña los dividió.

Pero ahora sí mantienen una alianza táctica, a favor de la gobernabilidad, o en contra del regreso del kirchnerismo, como se quiera ver. Y en la Provincia es donde se hace palpable, o tal vez donde da menos pudor admitirlo, debido al estado lamentable en que fue entregada a la nueva administración, o también a que la gobernadora Vidal no es el presidente Macri.

Así fue cómo días pasados sorprendió una foto en un restaurante de San Miguel, con el intendente Joaquín de la Torre como anfitrión junto al ministro de Gobierno bonaerense, Federico Salvai, y el subsecretario de Asuntos Municipales, Alex Campbell, acompañados por los jefes comunales Julio Zamora (Tigre), Luis Andreotti (San Fernando) y el resto de la decena de intendentes massistas.

“No hay mucho que explicar, fue una cena de camaradería, hay varias como estas”, explicó a Noticias Urbanas uno de los asistentes. Sin embargo, el encuentro en la Tour en Brique muestra cuánto hay de cogobierno en la Provincia, al menos hasta las próximas elecciones, cuando el Frente Renovador precise desmarcarse.

Otra reunión que pasó más inadvertida fue el lanzamiento de algo inédito: el primer Foro de Intendentes del Pro. Lo de inédito es porque hasta ahora había solo un único y excluyente jefe comunal por fuera de la Capital: Jorge Macri en Vicente López. El avance electoral llevó el número a la veintena, con intendentes en distritos importantes, como Morón o Lanús.

Y fue precisamente en el Club Lanús donde el primo del Presidente dio una pista del renovado interés en impulsar un foro de este tipo. “Hay que mantener un ámbito de interacción para seguir creciendo y consolidándose como frente”, afirmó, en alusión indirecta a los aliados del radicalismo, con mayor número de intendentes (casi los doblan, aunque no en términos demográficos ya que los distritos grandes que tiene Cambiemos son del Pro). Hacer el balance y contrapeso con la UCR al interior de Cambiemos es parte de la intención. Igualmente, el mes que viene se lanza el Foro de Intendentes de todo el frente electoral que ganó la Provincia tras 28 años de peronismo, para trabajar en forma articulada.

Esta semana también hubo encuentros en el kirchnerismo. Uno que no pasó inadvertido para la Tercera Sección Electoral fue el acto encabezado por el vicepresidente del PJ de Lomas de Zamora y diputado del Parlasur, Gabriel Mariotto. En la sede partidaria, y junto a dirigentes que lo acompañan desde siempre, como el cuestionado expresidente de Télam, Martín García, o el decano de Ciencias Sociales de la UNLZ, Francisco Lavolpe, Mariotto dio una clase de peronismo en proceso de transición.

Sin pelos en la lengua, cuestionó a quienes “tuvieron la lapicera en el armado de las listas”, en clara referencia a Carlos Zannini (y, seguramente, a Cristina Kirchner), y reclamó “revisar la estrategia electoral, porque si no los mismos que llevaron a la derrota en 2013 y 2015 lo harán en 2017”. En su propio código, Mariotto pide barrer a La Cámpora. A los del auditorio que les quedaban dudas, se les fueron al oír esta frase: “Aquellos que dudaron, o pensaron que era mejor perder porque después podían volver, cometieron una gran torpeza e irresponsabilidad, solamente producto de una inexperiencia brutal”.

Curioso escenario eligió el exdirector del Comfer: es el histórico rival a nivel local del intendente Martín Insaurralde, aupado en su momento por el cristinismo duro pero luego vilipendiado. A los dos los une la buena relación con el expresidenciable (y pretendiente candidato a senador) Daniel Scioli. También los une la pugna por el liderazgo en la segunda intendencia más populosa de la Provincia (aunque allí Insaurralde permanece imbatible).

El discurso del exvicegobernador en Lomas es una metáfora casi perfecta del momento que atraviesa el Frente para la Victoria bonaerense. Reclamos por lo viejo que no termina de morir, invocación por lo nuevo que no termina de nacer.

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