El discurso de Larreta fue más un balance de gestión que de propuestas para la Ciudad.
Su discurso desconoce las falencias de las gestiones macristas desde fines de 2007, y adelanta un modelo de Ciudad donde una parte importante quedará a la intemperie.
Una vez más el PRO dejó de lado el abordaje de la problemática de vivienda, alquileres y la urbanización de villas. A pesar del preocupante déficit habitacional que sufren 500.000 porteños desde hace años, a pesar de las 250.000 personas que viven en villas y asentamientos, y las 100.000 que lo hacen en piezas de inquilinatos y pensiones, Larreta no mencionó ningún plan para tratar de dar una solución.
Más de la mitad de los porteños alquilamos y Larreta tampoco habló sobre la ejecución de políticas de contingencia para hacer frente a esto, teniendo en cuenta el cuadro inflacionario que vive hoy la Argentina y que afectará directamente a ese segmento de la población.
El jefe de Gobierno no dio detalles sobre cómo marcha el traspaso. La creación de una nueva fuerza policial es muy importante para la Ciudad, pero hay que hacerlo con profesionalismo y responsabilidad, desterrando las prácticas autoritarias y los vicios de las viejas fuerzas de seguridad. En ese contexto debería ser prioritario para la nueva gestión del gobierno porteño propiciar un accionar policial guiado por la protección de los derechos humanos y los principios de seguridad democrática.