El abogado Carlos Fernando Rozenkrantz, uno de los candidatos propuestos por Macri para ocupar un escaño en la Corte Suprema de Justicia, enfrentará por estos días una serie de dificultades para lograr que su pliego sea aprobado en el Senado, adonde se encontraba defendiéndolo en estos precisos momentos.
Por una parte, las mujeres senadoras quieren que se cumpla la distribución de cupos según lo estableció la Ley Nº 24.012/91, que otorgó al género femenino el derecho a ocupar el 30 por ciento de los cargos electivos. En el caso de que los pliegos de los abogados propuestos por el Poder Ejecutivo -el nombrado Rosenkrantz y Horacio Rosatti- fueran aprobados, la Corte volvería a contar con cinco miembros, de los cuales sólo una es mujer, Elena Highton de Nolasco.
En este caso es necesario recordar que en 2004, el ex presidente Néstor Kirchner designó a siete jueces para integrar la Corte, entre los cuales había dos mujeres: Highton de Nolasco y Carmen Argibay. Cabe aclarar que siguieron integrando la Corte tres jueces que ya lo eran antes de las nuevas designaciones, que fueron Juan Carlos Maqueda, Enrique Petracchi y Carlos Fayt. Más allás de toda aclaración, lo cierto es que dos mujeres integraban el máximo tribunal.
Pero éste será un problema menor para el abogado radical y actual rector de la Universidad San Andrés. Otro cuestionamiento proviene de la oposición y lo acusan de haber operado, cuando era el abogado de Arcos Dorados (Mc Donald’s), para que la empresa no fuera sancionada por el Gobierno porteño, que había comprobado la existencia de hamburguesas de pollo contaminadas con la bacteria Escherichia Colli.
En este proceso, el subsecretario de Justicia, Agustín Zbar, que había sido socio de Rozenkrantz en su estudio jurídico, repentinamente obligó a sortear nuevamente todas las causas, entre ellas la de Mac Donald’s, que estaba en manos del Controlador 38. Se desconoce la razón por la cual Zbar resorteó las causas, lo concreto es que la empresa de origen norteamericano con franquicias argentinas, jamás fue sancionada a pesar de que existían múltiples denuncias en su contra.
Para agravar las sospechas, Zbar había designado como colaboradora en la Secretaría de Justicia, cuyo titular era Facundo Suárez Lastra, a la hermana del actual candidato a la Corte, Guillermina Rozenkrantz. Por toda respuesta, Zbar declaró ante Noticias Urbanas el siete de febrero de 2002, que “Guillermina es una abogada graduada en la Universidad de Yale y está a cargo de coordinar el programa de mediación comunitaria; de hecho yo la traje para eso”, afirmó. “Incluso le digo más, yo fui compañero de la primaria de la otra hermana de Rosenkrantz”.
A confesión de partes, relevo de pruebas.
