Leandro Santoro, líder de Los Irrompibles, dialogó con Noticias Urbanas y analizó los primeros 100 días del Gobierno de Mauricio Macri. Considera que el titular del Ejecutivo nacional logrará bajar la inflación, pero “a costa de perder empleos y de reducción del salario”, ya que considera que “están reorganizando la economía desfavoreciendo a los sectores populares y favoreciendo a las principales corporaciones”.
“Favorecen al sector financiero, a los agro-exportadores, al sector industrial concentrado, sacan las retenciones a cerealeras y todo con una devaluación del 60 por ciento”, explica. “Ahí están los ganadores del modelo actual, contra los perdedores, que son las PyMEs y los laburantes”, arremete el radical.
Consultado sobre qué medidas positivas encuentra en los primeros meses de gestión, Santoro responde: “Encuentro que tienen dos o tres intenciones positivas, pero hay que ver cómo las canalizan”. Y explica cuáles son: “El plan de infraestructura, que es necesario. Algunas medidas sociales, como la quita del IVA a la canasta básica, y algunos beneficios relacionados con el Impuesto a las Ganancias”, pero cree que por el momento estas cuestiones “quedóron sólo en intenciones”.
“En lo económico, el Gobierno confunde adrede en el discurso el concepto de inversión con el de préstamo o crédito. Dicen que van a ingresar inversiones, pero son cosas diferentes los créditos que las inversiones de riesgo. El crédito es un organismo multilateral de crédito o banco extranjero prestando al Estado, y el Estado transforma esos dólares en pesos para cubrir el déficit fiscal o puede habilitar el giro de utilidades a las firmas extranjeras o destrabar las importaciones de bienes de consumo para bajar la inflación”, analiza Santoro en la charla con Noticias Urbanas.
Resalta que lo importante es “el tema de la inversión productiva”: que los sectores privados ingresen al país inversiones “para producir tecnología y bienes de capital”. Santoro considera que “no hay un plan estratégico de desarrollo industrial”, y que se necesita prestar atención en “dónde van a parar los dólares de los préstamos”, ya que eso “deja en claro si se busca el desarrollo o no”.
En su visión, el Gobierno que comanda Mauricio Macri “está armando una suerte de frondizismo sin industria”. Explica: “En términos políticos, la situación es parecida a la de Frondizi, llevan la misma estrategia. Frondizi y Macri no provienen de estructuras orgánicas partidarias. Frondizi consiguió un acuerdo con el PJ y votos del radicalismo. Macri, por el contrario, consiguió el acuerdo con el radicalismo y los votos del PJ”.
Entre otras de las similitudes, Santoro encuentra la de “identificar una latente conflictividad social”, y como respuesta considera que “el macrismo respondió armando el protocolo antipiquete, al igual que Frondizi creó el Plan CONINTES”, dice, comparando la medida macrista con el régimen de Conmoción Interna del Estado implementado a fines de la década del 50.
“En lo económico, el frondizismo buscó la inversión extranjera directa para desarrollar industria pesada. Macri, en cambio, busca préstamos y créditos para robustecer las reservas y ahí está la diferencia: una cosa es el préstamo y otra la inversión que produce capital fijo en el mediano y largo plazo y donde el capital asume un riesgo, cosa que no ocurre en el crédito”, y cree que “el problema es que para buscar inversiones se necesita de un plan estratégico, y de un Estado activo que las oriente”, ya que de lo contrario existe el riesgo de que “los dólares terminen posibilitando una fuga de divisas”.
El plano porteño
En las últimas elecciones Leandro Santoro fue compañero de fórmula de Mariano Recalde, FPV, en la competencia por la Jefatura de Gobierno porteña. Sobre la actualidad de la Ciudad, el radical considera que “el macrismo tenía el plan de transferir recursos de la Nación a la Ciudad, con la excusa del traspaso de la Policía Federal y la Justicia y triplicar los recursos de la coparticipación, para cerrar el déficit fiscal, cancelar la deuda en dólares de la Ciudad y permitir nuevos proyectos de inversión que le permitan volver a ganar la Ciudad el año próximo”.
Considera que es momento de “monitorear” que “la Ciudad no vuelva a los mercados a tomar deuda de manera irresponsable”. “El temor es que en este contexto de endeudamiento general de las provincias, la Ciudad tome crédito como consecuencia de la marcha atrás que dio el Estado nacional al no girarle más plata por coparticipación”. “Hay que evitar que los tiempos políticos y las necesidades electorales del Pro embarguen el futuro de los porteños”, concluye.