Después del primer trimestre de gestión y el aterrizaje difícil por la herencia recibida, el vidalismo empieza a planificar la estrategia para consolidar su poder de cara a 2017, a sabiendas de que por la minoría legislativa y el déficit en el poder territorial (Cambiemos no llega ni a la mitad de las intendencias) la situación no es un cuento de hadas.
El plan fue confirmado a Noticias Urbanas por el ministro de Gobierno de la Provincia y mano derecha de la gobernadora, Federico Salvai: “La idea es que haya elecciones internas en el transcurso del año y que haya una presentación de lista de unidad”.
Salvai, operador principal de la gobernadora, adelantó que la idea es que “María Eugenia sea la cabeza de la lista unidad y se la elija presidenta del Pro bonaerense”.
También confirmó que el partido lanzará en la Provincia una campaña de afiliación “para más adelante”, con el fin de “normarlizar el partido y que esté vigente en 2017”. Se hará a través de las redes sociales y de la estructura de los intendentes macristas.
Salvai se refiere a la intervención del Pro provincial que dispuso la jueza electoral María Romilda Servini, por lo cual el partido no es más presidido por el intendente Jorge Macri sino por la interventora designada, María Fernanda Inza.
Desde el vidalismo, desde siempre mirando con recelo al primo del presidente (aunque fue el jefe de campaña), buscan que él se conforme con ser vicepresidente, secundando a la gobernadora, una vez que el partido sea normalizado.
“La intervención del partido permitió que no perdiéramos los afiliados que teníamos hasta ahora y será más fácil formalizarlo”, explicó uno de los referentes partidarios a NU. Es que al no haber participado de las elecciones en 2011 y 2013 (fueron como aliados del Frente Popular duhaldista y del Frente Renovador massista, respectivamente), el sello partidario perdió vigencia el año pasado.