GGT unificada: Viviani disparó la piedra del exilio

GGT unificada: Viviani disparó la piedra del exilio

El líder de los taxistas y del MASA advirtió que, hasta hoy, se quedarán afuera de la CGT unificada. "No están dadas las condiciones", afirmó. No asistirán el 22 de agosto a la fiesta de la unidad.


Marcando una continuidad con la actitud que ya venía mostrando, Omar Viviani volvió a mostrarse remiso a aceptar las condiciones que proponen los demás estamentos sindicales para lograr la unidad de la CGT. “No están dadas las condiciones”, afrimó esta vez, a contrapelo del panorama optimista que plantearon antes que él los líderes de las tres fracciones, Anonio Caló (CGT oficial); Hugo Moyano (CGT Azopardo) y Luis Barrionuevo (CGT Azul y Blanca).

Viviani, que lidera el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), afirmó que el “conjunto de organizaciones sindicales”, que agrupa a “casi 70 gremios” ya llevaron a la mesa de unidad “un planteo de lo que nosotros pensábamos que podría hacerse para lograr la unidad total del movimiento obrero. No fuimos escuchados”.

Al explayarse sobre sus propuestas, el secretario general de los taxistas alegó que “tiene que haber una discusión más de fondo. Para nosotros, para el MASA, no están dadas las condiciones”.

Filoso, como siempre, Viviani agregó, con respecto al evento en el que se anunciará la unidad, que “si el 22 de agosto los compañeros hacen un congreso o un plenario para normalizar la CGT, nosotros no vamos a participar”, a lo que añadió que “eso no implica impugnar, ni ir a la Justicia ni denunciar a nadie. No lo vamos a hacer. Nos quedamos afuera. Listo”.

Además del Sindicato de Choferes y Peones de Taxis, militan en el MASA los mecánicos de Ricardo Pignanelli; los ferroviarios de Sergio Sassia; los legislativos de Norberto Di Próspero; los químicos de Rubén Salas; los capitanes de ultramar de Marcos Castro; los telefónicos de Osvaldo Iadarola y los tabacaleros de Carlos Quiñones.

La actitud de Viviani y el MASA se corresponde con las tradiciones del Movimiento Obrero de los últimos años, que dice que siempre habrá un grupo que se quede afuera de los cuerpos orgánicos, que negociará por afuera y que pedirá lo que los demás no piden.

En la historia del sindicalismo argentino, antes y después de Perón, prácticamente no existió jamás la unidad total de todas las corrientes sindicales. Siempre se mantuvo por fuera de la estructura un grupo -uno solo, en el mejor de los casos- que reprodujo la historia de Gog y Magog, aquellos especialistas en el lanzamiento de piedras que el gran Leopoldo Marechal situó en los fondos del jardín del Vulcano en Pantuflas, Severo Arcángelo, que intentaban aguarle la fiesta sin lograrlo. El detalle sutil que le agregó el gran narrador fue que, a pesar de su actitud insurrecta, todas las tardes un empleado del Metalúrgico de Avellaneda les llevaba la comida a los tiradores, protagonistas de una rebeldía necesaria.

Qué se dice del tema...