Para este jueves está programado por organizaciones no gubernamentales un boicot a las grandes cadenas de supermercados, bajo el lema “Súper Vacíos”. La convocatoria partió de la Central de Trabajadores Autónoma (CTA-A) y de la Asociación de Consumidores Libres, aunque después recibieron la adhesión de otras organizaciones.
En una conferencia de prensa realizada el martes en la sede de la CTA, la organización anunció la adhesión a la iniciativa de la CGT-Azopardo, que responde a Hugo Moyano; de la CTA que dirige Hugo Yasky; de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) y de otros dirigentes políticos.
Estuvieron el secretario general de la Federación Agraria Argentina (FAA) Omar Príncipe, la diputada nacional Margarita Stolbizer (GEN), el senador Fernando Solanas (Proyecto Sur); la diputada Victoria Donda (Libres del Sur) y el diputado provincial santafesino Rubér Giustinniani (Partido Socialista).
Micheli, titular de la entidad convocante, expresó que existe “abuso de encarecimiento” en los productos de los supermercados y echortó a “todos los argentinos” a participar mañana jueves de la acción, al tiempo que manifestó que ésta “permitirá continuar en este avance importante entre sectores diversos”.
Más tarde, Micheli expresó su deseo de que la huelga de compras “sirva para que los supermercados sepan que no pueden seguir abusando”, a la vez que culpó al Gobierno, porque “no puede estar ausente de esta manera”.
Después, otro de los impulsores de la medida, el responsable del área de Tercera Edad de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Eugenio Semino, declaró que “no puede haber una sociedad que le dé menos a los que más necesitan y lo aceptemos pacíficamente” al tiempo que se xplayó sobre las dificultades que deben sortear los jubilados para costear con sus haberes los alimentos y los medicamentos.
El titular de Consumidores Libres y ex diputado socialista, Héctor Polino declaró, por su parte, que “pretendemos que ante el éxito que tendrá la medida, el Gobierno tome cartas en el asunto y se decida a cumplir con las leyes de defensa del consumidor, lealtad comercial y abastecimiento y cree un observatorio de precios, además de sancionar las conductas antisociales que lesionan la calidad de vida del pueblo”, haciendo gala de un optimismo algo excesivo.
Donda, a su turno, destacó que “los formadores de precios los distorsionan para seguir llenándose los bolsillos y concentrando más la riqueza”, sin olvidar que “este también es un reclamo hacia el Gobierno porque es quien tiene la responsabilidad de llevar a cabo políticas públicas que garanticen a cada habitante del país una alimentación que haga posible su vida”.
Cuando se dirigió a los presentes, el titular de la FAA, Omar Príncipe, se mostró en apoyo de la medida de boicot, afirmando que “los productores no somos formadores de precios ni generamos inflación” y agregó que “también hay responsabilidad del Estado, que tiene que poner en forma urgente en su agenda una reforma impositiva”.