En esta semana, la empresa Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), que está controlada por el Ministerio de Energía, licitó la compra de ocho barcos de gasoil, para lo que invitó a participar a 22 empresas, de las cuales nueve mostraron interés en hacerlo. De los ocho barcos, la compañía Shell Western Suply and Trading (STUSCO) se quedó con siete y la suiza Gunvor, otra de las oferentes, se quedó con el restante.
Las otras empresas que participaron fueron BP; Cargill; Lukoil; Vitol; Noble; Glencore y Trafigura.
La operación del Gobierno es habitual para la temporada de invierno, cuando se produce un aumento en el consumo hogareño e industrial debido a la aparición de la temporada fría. Esto ocurre a causa de que el gas que se produce en el país no es suficiente para satisfacer la demanda. El fuel oil y el gas oil importados se destina a abastacer a las usinas térmicas que a su vez brindan el servicio eléctrico para hogares e industrias.
La empresa Shell Western Supply and Trading maneja su negocio en América desde sus oficinas en el Mahogany Court Wildey Business Center de Saint Michael, en la isla caribeña de Barbados. De acuerdo con la versión de la sede de compañía anglo-holandesa en Buenos Aires, no existe relación entre ambas empresas, que se manejan con autonomía. De todos modos, la casa matriz de Shell, que está en La Haya, maneja ambas compañías.
Hasta junio de 2015, el ministro Juan José Aranguren fue el presidente de Shell en Argentina, cuando renunció para dedicarse a diseñar el plan energético de Mauricio Macri. Lo curioso es que el ex directivo de la empresa mantiene en su poder un paquete accionario importante, equivalente a un millón de dólares o a 13 millones de pesos argentinos, a valores de 2014, que es cuando fue valuado el paquete accionario ante la Oficina Anticorrupción.
Aranguren puso al frente de Cammesa a Julio Bragulat, que regresó a la empresa para ser su vicepresidente, que es el que maneja la empresa.
El total de la operación ronda los 150 millones de dólares, que provendrán de subsidios del Tesoro Nacional. Cada barco costará unos 18 millones de dólares.
Shell Western ofreció un precio inferior al de sus competidores, consistente en un plus por galón de entre 0,10 y 1,10 centavos de dólar. La oferta de Gunvor, en cambio, fue de 1,63 centavos de dólar el galón. Un galón equivale a 3,78 litros.
El valor del barril cayó desde 100 dólares a 30 entre el año pasado y algo más en la actualidad sin pasar de 40. Además existe por estos días , a causa de la crisis económica mundial, una sobreoferta de combustibles, por lo que Shell suele ofertar a precios muy bajos, una actitud que le permite ganar nuevos mercados.
