En un acto masivo, Moyano advirtió a Macri por la economía

En un acto masivo, Moyano advirtió a Macri por la economía

En un acto masivo, en el que confluyeron cuatro de las cinco centrales obreras, Hugo Moyano pidió la derogación del Impuesto a las ganancias, llamó a la unidad y dijo que "es por un plato de comida".


En un acto –el más masivo que se recuerde en los últimos tiempos, junto con el del 24 de marzo-, las cuatro centrales sindicales le advirtieron claramente al Gobierno que enfrentarán las medidas que perjudiquen el salario y que sus reivindicaciones, como la Ley de Emergencia Ocupacional, serán defendidas a capa y espada. Los organizadores anunciaron, segundos antes de que hablara Hugo Moyano, que había 350 mil personas en el lugar.

Se habla ahora de cuatro centrales sindicales porque a último momento Luis Barrionuevo -titular de la CGT Azul y Blanca- se echó a un lado y el domingo comerá un locro con el presidente Mauricio Macri -que ya anunció que irá con Juliana Awada- en la sede de su sindicato, para festejar el Día de los Trabajadores.

El acto dio comienzo con mucha puntualidad. A las 15:09 se escucharon los acordes del Himno Nacional, que fue coreado por la multitud. Primero se dio lectura al documento conjunto que elaboraron todas las centrales sindicales, para dejar paso luego a los oradores.

A las 15:20, Pablo Micheli, líder de la CTA Autónoma, comenzó a emitir su cortísimo discurso, que duró apenas unos tres o cuatro minutos, que le alcanzaron para amenazar al Gobierno con que no vete la Ley de Emergencia, so pena de “hacer un acto aún más grande que éste”.

En el mismo tenor, lo siguió Hugo Yasky, de la CTA, que también fue conciso en sus palabras, dado que comenzó a hablar a las 15:24 y terminó a las 15:27.

Inmediatamente, se dirigió a la multitud Antonio Caló, el metalúrgico secretario general de la CGT-Alsina. Caló cuestionó de entrada a los que dicen “que no tenemos nada que festejar, pero sí tenemos algo para festejar: que estmos todos aquí, juntos para reclamar por nuestros puestos de trabajo”.

Luego, el titular cegetista afirmó que “vamos a hacer el congreso de la unidad en una fecha histórica, el 22 de agosto, el mismo día del Renunciamiento de Evita”.

A las 15:34, Hugo Moyano se dirigió hacia el micrófono para definir el contenido político del acto. Comenzó disparando un palo para el kirchnerismo, al solicitarle “a la gobernadora de Santa Cruz que llame a sus trabajadores”, que se encuentran en conflicto con el Ejecutivo provincial por razones salariales. Es fácil reconocer el mensaje: el apellido de la mandataria provincial es Kirchner, es decir es más Kirchner que la propia Cristina Fernández.

Luego, el líder de los Camioneros -que en todo el discurso mantuvo un tono de “distancia sin ruptura” con el Gobierno que encabeza Mauricio Macri- manifestó que “esto no es un capricho, es por un plato más de comida para los trabajadores”.

Luego, Moyano lanzó la frase que posiblemente será la más recordada de su alocución: “los que me conocen saben que siempre he preferido el olor a transpiración de los trabajadores antes que el olor a perfume de los gobernantes”.

En ese camino, el líder de la CGT-Azopardo recordó que “los únicos que pueden salvar a la Patria son los trabajadores”.

Seguidamente, marcó el límite de la protesta, al menos en esta primera etapa. “No somos enemigos del Gobierno -sentenció- somos enemigos de las políticas que quiere implementar el Gobierno”.

Tampoco se olvidó Moyano de cuestionar a Uber, la app que intenta “perjudicar el trabajo de nuestros compañeros tacheros”, atacó.

Allí llegó el momento para el líder sindical de demarcar el territorio entre amigos y enemigos. Entonces fue el momento de hablar de las centrales obreras que estaban a su lado y del “otro sector”, en referencia a Luis Barrionuevo, que suscribió el documento conjunto con los protagonistas del acto de Independencia y Paseo Colón, pero luego, casi sobre la hora se retiró y armó su propio acto a 15 cuadras del de sus examigos, en avenida de Mayo y Nueve de Julio, a metros de la sede de su sindicato, la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina.

Al afirmar que “el Gobierno decidió ayudar a las empresas”, por lo que llamó a mantener “la unidad para defender los intereses de los trabajadores”, para lo que -se despidió en tono amenazante- “estamos preparados para pelear hasta las últimas consecuencias”.

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