Poco después de las 19.30 de este viernes se conoció la firma de un Acta Acuerdo suscripta por el juez Lisandro Fastman, a cargo del juzgado N° 14 en lo Contencioso administrativo y tributario de la CABA.
Haciendo honor a su apellido, Fastman (hombre rápido es su significado, en inglés) suspendió la medida cautelar que había dictado su colega Roberto Gallardo apenas unas horas antes, prohibiendo “toda actividad comercial de baile con música en vivo o música grabada” dentro del ámbito porteño.
Gallardo emitió esa orden dos semanas después de la tragedia de Costa Salguero, ante un amparo solicitado por las ONG’s Asociación Civil Vientos de Libertad, Federación Argentina de Cartoneros y Recicladores, y Federación Universitaria de Buenos Aires.
La medida del hombre rápido -tomada a menos de doce horas de la resolución de Gallardo- suspendió la cautelar de las OnNG’s y esto autorizó la realización de la actividad habitual de los espectáculos de fin de semana en la ciudad, que son miles, contando los legales y los que están fuera de la ley.
La audiencia se realizó en el Juzgado N° 14 el viernes por la tarde. Estuvieron presentes, por la Federación Argentina de Cartoneros y Recicladores, Sergio Sánchez; el secretario de Seguridad, Marcelo D’Alessandro; el procurador General, Gabriel Astarloa; el director Ejecutivo de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) y principal operador del Pro en el fuero Contencioso, Matías Álvarez Dorrego; el director General de Habilitaciones y Permisos, Diego Pérez Lorgueilleux; el director General de Fiscalización y Control, Gustavo May; el fiscal Damián Corti y el presidente de la Cámara Empresaria de Discotecas de Buenos Aires, Héctor Becco.
Las partes interesadas -Becco e, insólitamente, también los funcionarios gubernamentales- solicitó a Fastman que suspendiera la medida cautelar dictada antes por Gallardo mediante la ratificación del compromiso que asumió el Gobierno porteño de no otrogar transitoriamente permisos para la apertura de eventos masivos de música electrónica. Paralelamente, la AGC se comprometió ante la Justicia a a entregar un informe detallado sobre todas las inspecciones que realizaron sus agentes durante el mes de abril a los locales bailables.
El juez Gallardo, en la cautelar con la que ordenó el cierre de la actividad bailable, cuestionó que de los boliches nocturnos Mansión Wax, Bahrein, Crobar, Ink, The Roxy, Hood Club, Rumi, Hummer, Rosebar, Groove, Niceto Club, Club Shampoo, Jet Loung y Asia de Cuba “cuatro realizan bailes sin estar habilitados, uno con la misma dada de baja y los nueve restantes eventos de fiestas electrónicas”.
Gallardo había ordenado también al Gobierno porteño que difundiera en forma masiva su resolución en su página web oficial, además de hacerlo en los medios de comunicación. Al mismo tiempo, pretendía que los organismos de seguridad en manos del Gobierno procediera a la “inmediata clausura” de los centros de diversión nocturna que desobedecieran su decisión.
También autorizó al Gobierno “exceptuar a los locales cuyas actividades ostensiblemente no se encontraren dentro de las previsiones de autos (peñas, milongas y centros culturales entre otros) certificar dicho extremo y requerir al Tribunal su exclusión de las previsiones impeditivas”.