La Fiscalía porteña, la Policía Federal de la Ciudad y la Agencia Gubernamental de Control (AGC) clausuraron el sábado una fiesta que se desarrollaba en un salón en las inmediaciones del club GEBA, situado en avenida Figueroa Alcorta al 5500.
Se trató de una “falsa boda”, una modalidad de fiesta que simula ser un casamiento, y a veces cuenta con novios falsos cuyos roles son realizados por actores. El lugar no contaba con la habilitación requerida, la capacidad estaba excedida, había un matafuegos vencido, no había plan de evacuación y la única persona de seguridad no estaba en regla.
El hecho sucede luego de la tragedia de la fiesta Time Warp, que culminó con la vida de cinco jóvenes y tras el polémico fallo del juez que intentó prohibir los boliches y bares de la Ciudad.
La fiesta estaba en pleno auge cuando a las dos de la mañana, y por orden del fiscal Mauro Tereszko, titular de la Fiscalía Norte de la Ciudad de Buenos Aires, se comenzó a desalojar a los casi mil “invitados” que habían pagado 600 pesos la entrada. Además, a los organizadores se les imputó las contravenciones por “encubrimiento engañoso de actividades de baile”.
La policía dio aviso a la Fiscalía Penal Contravencional y de Faltas N°8, desde donde se dispuso que la Agencia Gubernamental de Control inspeccionara el lugar. Tras recorrer el predio, confirmaron que el lugar “no reunía las condiciones de seguridad e higiene, poniéndose de este modo en riesgo la seguridad de los concurrentes”, razón por la cual se procedió al desalojo y clausura del salón.
“Por medio de los patrullajes diarios que se realizan en toda la Ciudad, se pudo detectar la realización de esta fiesta que no tenía el permiso y habilitación necesarios para funcionar”, explicó el secretario de Seguridad de la Ciudad, Marcelo D’Alessandro.