Margarita Barrientos contó este jueves un episodio como menos particular que vivió con el papa Francisco, o, mejor dicho, sin él. Tal como relató la fundadora del comedor Los Piletones, que da alimento cada día a chicos del sur de la ciudad, apenas Jorge Bergolgio fue elegido como sumo pontífice, ella junto a la periodista Karina Vilella y el orfebre Carlos Pallarols viajaron el 24 de abril de 2013 a Roma para reunirse con el dirigente eclesiástico.
Previo al viaje, Barrientos tuvo que conseguir dinero para costear su viaje, ya que no contaba con recursos propios para adquirir el ticket, y consiguió, donado por Juliana Awada –esposa del entonces jefe de Gobierno Mauricio Macri-, un vestido para usar en el encuentro.
Tras gestionar vía diplomática la autorización para ser recibidos en el “corralito” especial que en la Plaza San Pedro se creó para los argentinos, Barrientos relató: “Teníamos audiencia y lugar donde lo íbamos a ver; en un momento me dijeron que había prioridad para otra gente que había ido y…. bueno, me sacaron”. Para ella, Francisco “se vio movido por cuestiones políticas y eso dolió un poquito”.
“Nos sacaron sin darnos ninguna explicación, ha sido triste la experiencia”, contó Barrientos en una entrevista con el programa Desayuno, de América 2, y recordó que luego de ese episodio fueron a la residencia de Santa Marta, donde le dejaron un libro, una imagen de San Juan Diego, un cáliz que le habían llevado y una carta que ella le había escrito. “Jamás me respondió la carta”, aclaró luego.
“A mí el papa Francisco no me quiso recibir. Fui a conocerlo y no me recibió. Fue por política”, respondió de manera inesperada Margarita Barrientos cuando le preguntaron sobre su opinión sobre el encuentro que tendrá a fin de mes con la presidente de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, una ultrakirchnerista que lo había insultado.