La intervención ya estaría decidida. El gobierno del presidente Mauricio Macri analizó todos los datos y llegó a la conclusión de que en Tierra del Fuego es la situación es insostenible. “Las arcas de la provincia están saqueadas y la situación social es un polvorín. La propia gobernadora del Frente para la Victoria (FpV), Rosana Bertone, no pudo entrar a la Casa de Gobierno provincial durante más de un mes”, le detalló la situación a Macri un colaborador presidencial.
Es más, Macri ya cuenta con el aval de varios gobernadores peronistas para llevar adelante la intervención.
La intervención no vendrá sola. Según le confirmaron a Noticias Urbanas, Tierra del Fuego es la punta de lanza que precipitara la embestida sobre Santa Cruz, la provincia que gobierna Alicia Kirchner. Es una fija tras los escándalos sucedidos en la “década ganada”.
Macri ya tiene en mente el nombre del interventor en Tierra del Fuego, sería el intendente de la capital de Neuquén, Horacio “Pechi” Quiroga. “Es un patagónico que conoce la zona. Es el mejor candidato que hay”, dicen en Cambiemos.
Estos cambios continuarán entre junio y agosto en el Gabinete nacional. Aunque la gestión de Macri en la Ciudad demostró que el ingeniero no es adepto a los cambios de Gabinete la situación actual es distinta y parece requerir un relanzamiento del propio Gobierno nacional ante el malestar causado por el tarifazo inicial y la inflación traicionera.
Los cambios serán profundos y abarcarán zonas claves del Gobierno nacional. Jefatura de Gabinete, Cancillería, Defensa, Seguridad y la Agencia Federal de Inteligencia tendrán nuevas caras. También está en duda la continuidad de Aranguren en Energía y Minería, con su poca ductilidad explicativa.
En Defensa, el ministro radical Julio Martínez le dejará su puesto a otro correligionario. Patricia Bullrich también dejará de ser la ministra de Seguridad de la Nación. A eso se sumará que Silvia Majdalani, la segunda de la AFI y de muy buena relación con Bullrich, también abandonará su cargo.
Con la ida de Susana Malcorra a ala ONU, el Ministerio de Relaciones Exteriores quedará vacante. Como es un lugar sensible, con proyección nacional e internacional y de vital importancia, el nombre de Marcos Peña es uno de los que más suena para hacerse cargo de la Cancillería. De otro modo iría Fulvio Pompeo, del mismo riñón PRO del joven dirigente y Marcos ocuparía algún lugar menos conflictivo respecto de su continuidad en la carrera sucesoria. El desgaste de la jefatura no es para un período entero.
Macri piensa que este cambio servirá para relanzar su gestión. Será sin aviso y de la noche a la mañana. Es fundamental que el nuevo jefe de Gabinete tenga la muñeca suficiente para negociar con la oposición (Ernesto Sanz en clave radical, posible pero improbable) y además demostrar gestión. En Cambiemos se debate también que se debe comunicar mejor.“Lo de la ley antidespidos no nos puede pasar más”, dijo un operador de la Casa Rosada.
El tablero comenzará a moverse. Tierra del Fuego será la primer ficha en caer. Luego la rapidez de la movida determinará que las demás se tengan que acomodar al nuevo tablero político.