La provincia de Buenos Aires suele ser el terruño clave para cualquier elección. Y en la de medio término de 2017, será el botín más preciado. Allí, a priori, se develará si Cambiemos logra repetir una victoria en Buenos Aires, o si el peronismo logra volver al triunfo, ya sea en la forma de FPV, opositor o si se formaliza el debut del Frente Cívico propuesto por la expresidenta Fernández.
Con tanto en juego, la danza de nombres para encabezar candidaturas ya comenzó, y la primera en anotarse para disputar la senaduría fue Lilita Carrió. La chaqueña dijo que “estaría dispuesta” a hacerse cargo de encabezar la nómina a la Cámara Alta.
Sin embargo, quienes salieron a cruzarla fueron los radicales, dueños de una estructura que aún funciona en territorio bonaerense. Ricardo Alfonsín, presidente del Comité Provincia dijo que “no hay que vender la piel del oso antes que tenerla. Si Lilita quiere ser candidata para enfrentar a Cristina primero debe competir en las PASO contra la UCR”.
De esa manera, Alfonsín frenó las ambiciones de Carrió antes de que tomen más vuelo. Sin embargo, no hay desde la UCR un nombre sobre la mesa para poner en juego, ya que todo el radicalismo piensa en la renovación de autoridades provinciales. De todas formas, entre radicales aseguran que aportarán a la interna una nómina propia para competir, “si es que no consensuamos” una lista unificada, tal como aclaró Alfonsín.
Donde tampoco hay un nombre rutilante es en el Pro. Si hay quienes piensan en el primo del Presidente, Jorge Macri, quien además está dispuesto a enfrentar el desafío. Otra posibilidad es que alguna figura nacional, incluso del Gabinete o del Congreso “baje” a jugar a Buenos Aires.