Convencidos de que la política es sólo una impureza que debe ser minimizada, ya que siempre se la tropiezan en su camino -y siempre se la tropezarán, cabe acotar-, economistas partidarios del ajuste ortodoxo irradiaron su catecismo desde la Universidad Di Tella, el miércoles último.
Fue así que los economistas Javier González Fraga, Miguel Ángel Broda y José María Fanelli disertaron sobre “La consistencia del plan económico de Cambiemos”, una preocupación que comparte un amplio sector del establishment en este momento en que la fragilidad sólo puede ser compensada con noticias rimbombantes como la detención de un exfuncionario con montones de dinero.
Fueron variados los temas sobre los que se deslizaron los economistas el ocho de junio último, de los cuales vale la pena repasar algunas cifras que dejaron caer, como al pasar, Javier González Fraga y Miguel Ángel Broda.
González Fraga: Contener a los pobres
El primero advirtió que lo que viene es una economía en la que el énfasis estará puesto en contener a “15 millones de pobres”, de los que ubicó a 11 millones están en el Gran Buenos Aires y a los otros cuatro millones en el Norte. De todos modos, aclaró el expresidente del Banco Central, la contención no será por la vía de mayores ingresos, para lo que “no hay tiempo”, sino por medio de obras de infraestrutura, que de paso, “reactivarán la economía” (?).
De todos modos, quizás para atenuar la angustia en la platea, González Fraga adelantó que hay 50 mil millones de dólares para inversión esperando para entrar al país, como equinos ansiosos atrapados en unas gateras que no lograrán contenerlos para siempre. Al fin y al cabo, están diseñadas para liberarlos cuando estén listos.
Broda: Elogios y cuestionamientos
Miguel Ángel Broda, que pugna por estos días para volver a ser “el gurú de la city”, después de doce años de preeminencia de políticas industriales, en los que se lo notó extraviado, como Adán en el Día de la Madre, fue crítico y elogioso, hacia ambos flancos con cuentagotas, de todos modos.
Volviendo a acongojar a la tribuna, Broda anticipó que el año 2016 cerrará con una gran caída del Producto Bruto Interno, cuya tasa anualizada ronda ya los seis puntos en el segundo semestre, pero podría morigerarse en algunos punto menos hacia fin de año. Y los plateístas recuperaron la respiración, aunque sólo por unos minutos, porque la cosa no terminó allí.
El antiguo gurú argumentó que la inflación, tras el electro-shock tarifario, está en baja, aunque se encuentra en el 40 por ciento anual. Ambos casos sería consecuencia de que el Gobierno subestimó el efecto de sus propias medidas.
Uno de los problemas que entrevé Broda es que en el equipo económico no existe “un Cavallo o un Lavagna” que unifique el discurso y la orientación, por lo que el equipo económico vive “descoordinado”, en medio de un contexto económico de recesión provocada, que hizo caer los ingresos, es decir, que disparó el déficit. ¿Habrá sido un palo para Alfonso Prat Gay?
Aquí, Broda entró de lleno en la política, soportando algunos patinazos comprensibles, ya que no es su tema. El economista y asesor cuerstionó que la necesidad de ganar elecciones suele llevar a los gobiernos a expandir el gasto y a abandonar una política económica “lo suficientemente contractiva”.
La Plata que habrá que gastar o el terror
Lo primero que planteó el economista con respecto a los gastos que se vienen, es que la devolución del 15 de la coparticipación a las provincias se llevará 60 mil millones de pesos.
En cuanto a la Ley Ómnibus, que se encontraría a punto de ser aprobada en la cámara baja, aunque con modificaciones, solamente este año se llevará 13.200 millones de pesos, que equivalen al 0,2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Pero, preocupado, agregó que el año que viene, para cumplir con los compromisos que asumirá el Estado por la ley, deberá gastar 83.400 millones de pesos, que equivalen al 1,2 por ciento del PIB.
Estas cifras llevarían el gasto social hasta el 12 por ciento del PIB, una cifra similar a la que se gasta en Francia, cuyo recorte provocó las enormes y violentas manifestaciones en el país europeo, que se encuentra al borde del caos por ellas. Pero lo que destacó Broda es que existirá “un problema de sostenibilidad fiscal de magnitud”, que no podrá ser compensado ni con el blanqueo de capitales ni con la venta de las acciones que posee el Estado, que se forman parte del Fondo de Garantías de Sustentabilidad de la ANSeS.
Para terminar, el veterano gurú sostuvo que, cuando se retome la senda del crecimiento, cuando asome el final del bienio 2017-2019, este modelo tendrá problemas para generar empleo, por su perfil económico.