La historia oficial no siempre es la verdadera. Muchas veces los hechos se acomodan para ocultar desprolijidades o negociaciones que hacen equilibrio en el límite de lo legal. La detención de Ibar Esteban Pérez Corradi tiene un poco de todo eso. Pero esto es sólo el comienzo. Por primera vez, el hombre estaría dispuesto a hablar, y su blanco no sería otro que Aníbal Fernández.
Noticias Urbanas te cuenta lo más importante sucedido apenas el Gobierno argentino se enteró de la caída de Ibar Pérez Corradi, el domingo por la madrugada.
Fue detenido en la ciudad brasileña de Foz de Iguazú, en la zona de la triple frontera, y luego trasladado a la capital paraguaya de Asunción. La detención fue confirmada por el ministro del Interior de Paraguay, Francisco Vargas.
Pérez Corradi se hacía pasar por “José Fernández”, una identidad argentina que justificaba con “un DNI falso”. Luego de la detención, su abogado, Carlos Broitman dijo en tono amenazante, cuando mi cliente declare ante la justicia “puede involucrar a gente y al mismo tiempo desinvolucrar a otra”.
Lo que diga Pérez Corradi tiene preocupado a muchos. En especial a varios políticos. Estuvo prófugo más de cuatro años acusado de ordenar en 2008 los asesinatos de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, en la causa por la que cumplen condena a prisión perpetua los hermanos Martín y Cristian Lanatta y los hermanos Víctor y Marcelo Schillaci, procesados por ser los autores materiales de los crímenes.
Según averiguó Noticias Urbanas, Pérez Corradi estaría dispuesto a hablar y a contar por primera vez su versión de los hechos. “Está muy caliente con varias personas a quienes menciona como sus jefes, y de quienes dice pretenden echarle la culpa por el triple crimen”, aseguró un funcionario judicial que trabaja en la causa del triple crimen de General Rodríguez y que tuvo acceso a las declaraciones que hizo Corradi luego de ser detenido.
En este relato, Pérez Corradi aseguró que “Aníbal Fernández era el jefe de todo el negocio”y que después que salió a la luz el tráfico ilegal de efedrina le “soltó la mano”. “Voy a ir preso con gusto pero primero le arruinó la vida a Aníbal, igual que él me la destrozó a mí”.disparó Pérez Corradi. En este sentido coincidió con los dichos de ayer de Martín Lanatta que se refirió en términos aún más duros. Lo tildó de “asesino”
Una vez capturado, Pérez Corradi quería volver rápido a la Argentina. Pero su abogado lo frenó y le aconsejó que primero abrieran un canal de negociación con el Gobierno de Macri. Luego desmintió esto y dijo que era porque tenía cosas familiares que arreglar allá. Es lo mismo. Puede hacer las dos cosas.
La defensa sabe que si es condenado por ser el que ordenó el triple crimen su pena será alta. En cambio si negocia y dice que sólo obedeció órdenes de un jefe superior, su condena se achicará considerablemente.
En los 30 o 40 días que tarde en concretarse la extradición, sus abogados prepararán la estrategia de defensa, definirán que dirá el acusado y negociarán con el Gobierno, todo al mismo tiempo.
Desde el Gobierno de Cambiemos también creen que hay alguien más encima de Pérez Corradi y por lo bajo sospechan de Aníbal Fernández y otros ex funcionarios K. El propio secretario de Seguridad de la Nación, Eugenio Burzaco, luego de la detención afirmó: “Él puede poner en jaque a toda la red de complicidad que había de la política, los narcos y demás. Lo más importante es traerlo lo antes posible a Buenos Aires a comparecer ante la Justicia. Puede acogerse a la ley del arrepentido y de esa manera mejorar su situación en la medida que colabore con la Justicia”.
La situación judicial del detenido es muy complicada. En la causa que lleva adelante el juez federal, Sebastián Casanello, por irregularidades en la venta de medicamentos, Pérez Corradi está procesado por encubrimiento de lavado de dinero. Por otra parte, la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, instruye el expediente por su extradición a Estados Unidos. El caso del triple crimen sigue en manos de la jueza federal, María Romilda Servini de Cubría.
La venta ilegal de efedrina que desde Argentina se hacía a los carteles narcos de México puso en el centro de la escena a ex funcionarios K y salpicó la campaña presidencial de 2007 de Cristina Fernández de Kirchner por recibir aportes de droguerías involucradas en el tráfico de efedrina.