El economista Miguel Bein, que actuó como asesor en dicha materia del excandidato presidencial Daniel Scioli asumió que “sobreprecios en la obra pública hubo siempre, pero yo no tengo la sensación de haber visto algo así, del 40% o del 50 por ciento. Uno puede decir que históricamente hubo un 10% o 15%. Nadie tiene el conocimiento científico, pero la percepción popular era la del famoso “diego”, el diezmo”.
Según Bein, eso que se recaudaba del sobreprecio de la obra pública se repartía: “Era para los sindicatos, para los empresarios que hacían la obra pública, alguna parte, que por ahí era un 3% y para algún sector de mercenarios corruptos en el gobierno. Pero no existía que se cobrara un 50% más caro para financiar la política. La patria contratista manejaba niveles de sobreprecios mucho más bajos que estos. Según el saber popular, insisto”.
Consultado por Diego Sehinkman para La Nación sobre si los jefes de López podían no saber qué hacia el exsecretario del kirchnerismo, Bein respondió: “No. Yo no soy la persona más inteligente de la Argentina, pero tampoco la más estúpida. Eso no es creíble. No sé si es demostrable ante la Justicia, pero la presunción que uno tiene. Esto no fue un delito personal, esto es un sistema”.
Consultado sobre si con una presidencia de Scioli los hechos de corrupción de López habrían salido a la luz, en economista respondió: “No sé y es contrafáctico. Yo no iba a ser ministro de Economía ni funcionario de un eventual gobierno de Scioli. A Scioli le expresé mis ideas sobre el cambio de agenda: pasar del crecimiento basado en el consumo al desarrollo basado en la inversión. Es la agenda que le escucho al gobierno actual y me parece que es correcta, es la agenda que vos necesitás.
Según Bein, “ninguno de los dos casos, ni con Macri ni con Scioli” se iba a poder mantener un nivel de consumo elevado: “En ninguna de las dos agendas políticas ibas a poder sostenerlo. Eso no dependía de una persona. Esto es una estructura económica que, de alguna manera, te condiciona. Hoy por hoy la recesión no es tan violenta -aunque es importante- porque el acceso al crédito internacional permite amortiguar parte del ajuste y de la recesión”.
Según Bein, Mauricio Macri “no es neoliberal”, sino “un desarrollista y es un constructor. Viene de una familia de trabajo, no viene de una familia financiera. El grupo familiar del presidente, que yo sepa, la única incursión financiera que hizo – y que después no duró- fue con Pago Fácil. El Presidente de la Nación no tiene una matriz de pensamiento neoliberal, pero sí desarrollista. Comparte la idea de que el motor de la actividad económica tiene que ser la inversión y no el consumo”.
