PJ: Cuando los medios tratan de maquillar la realidad

PJ: Cuando los medios tratan de maquillar la realidad

El movimiento político más grande de América Latina genera su propia realidad, que a menudo es leída con irritante superficialidad por algunos comunicadores. ¿Simple frivolidad o intento de agredir?


Cuando las aguas se agitan en el Partido Justicialista, todos se enteran de los problemas internos que causan esos temporales. En parte, porque los peronistas no son silenciosos y recatados a la hora de entrar en combate, en parte porque algunos medios se esmeran especialmente en publicar las malas noticias, con la esperanza de que la crisis se convierta en permanente, como pasó con los radicales. Al fin y al cabo, el poder sin límites de las grandes empresas está basado en una paralela debilidad de los grandes partidos políticos.

Esta fábula, en clave de Esopo, viene a cuento porque la ausencia del diputado sanjuanino y presidente del Partido Justicialista, José Luis Gioja, en la Sesión Legislativa del Bicentenario dio pábulo para encontradas versiones, que hasta daban cuenta de un intento de su parte por “vaciar” el acto del gobernador tucumano Juan Manzur, al que supuestamente el sanjuanino habría boicoteado para perjudicar sus aspiraciones políticas futuras, basadas en que dijo hace unos días que el kirchnerismo está muerto.

La realidad es que la verdad reside en otra parte. Para empezar, el Presidente de aquel Congreso de Tucumán celebrado el 9 de Julio de 1816 se llamó Francisco Narciso de Laprida…y era sanjuanino. Para sus coterráneos, entonces su figura está íntimamente asociada con aquel legendario Congreso de Tucumán, tanto que todas las conmemoraciones del Día de la Independencia en la Provincia de San Juan incluyen un homenaje a su memoria. A esa celebración concurrió Gioja y la información sobre este punto estaba a la mano de cualquier periodista que la requiriera. Punto y 0 a 1.

El 1º, como el 9

Lo mismo ocurrió la semana pasada en relación con el festejo central del natalicio del General Juan Domingo Perón, que se celebró el 1º de julio en Santiago del Estero.

Ese mismo día -con escaso sentido de la oportunidad- Gioja había convocado al Consejo Directivo Federal del Partido Justicialista para tomar una difícil decisión: romper el bloque del Frente para la Victoria y conformar en todo el país bloques con el nombre del Partido Justicialista. La reunión debía tomar, además otra importante decisión, que era la conformación de la Comisión de Acción Política, que va a estar constituída por todos los gobernadores y va a ser coordinada por el senador rionegrino Miguel Ángel Pichetto.

La superposición de fechas obligó a postergar este encuentro en aras del que se produjo en Santiago del Estero. Hasta allí, nada extraordinario. El detalle lo dio la entrada en escena de los comunicadores, que se anticiparon a cualquier otra interpretación para imponer una supuesta verdad -por eso es importante salir antes que nadie- que en realidad es una mentira.

Aquella vez interpretaron -nótese la ironía, porque relatar es un verbo con otra connotación- que Gioja había fracasado en su “mettier” de presidente del partido y que, por lo tanto, los gobernadores le habían vaciado la convocatoria, porque “no es el momento para dividir al bloque”. La realidad, al igual que ocurrió cinco días después con la Sesión de los diputados en Tucumán, es que la decisión de formar bloques justicialistas no fue una ocurrencia solitaria de Gioja, sino que estaba en sintonía con muchos de los convocados a la sesión del 30 de junio. Tampoco se trató de un desaire de los caciques provinciales contra el titular del Justicialismo, ya que en Santiago no había solamente un homenaje al General Perón, sino que también se iban a producir varias trascendentes reuniones entre los gobernadores con sus pares y con sus legisladores comprovincianos para consultar algunas decisiones difíciles. Entre éstas, la de formar bloques propios.

De todos modos, cuando se realice la reunión, que se producirá a mediados de julio, no va a ser todavía -excepto que ocurran sucesos de dramática factura- para tomar decisiones parlamentarias importantes. El folklore peronista exige una pausa, que llegará hasta el 22 de agosto, la fecha en que  reunirá el congreso que reunificará la CGT, porque a pesar de la globalización, del fin de la historia y de estos tiempos de impiedad, el peronismo sigue siendo un movimiento nacional conformado por cuatro ramas: la rama política, la rama femenina, la rama juvenil y la rama sindical. Además, por sus características, el peronismo tiene una liturgia que sobrevive -aunque menos que antes-, que obliga a veces a respetar los tiempos de sus diferentes “cuerpos orgánicos”. Punto y 0 a 2.

Punto final.

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