“Preguntá lo que quieras.” Así comienza el diálogo con Noticias Urbanas el diputado Francisco Quintana, que no esquiva la crisis más urgente en el Gobierno porteño tras la salida del ministro Darío Lopérfido: “Es una decisión de él y nosotros la respetamos”, desdramatiza.
Titular del bloque en la Legislatura, Quintana conversó con este medio el mismo día en que Cristina Kirchner se presentaba ante la Justicia y el presidente Mauricio Macri recorría Alemania para atraer inversiones. “Nuestro gobierno no tiene los Lázaro Báez, los De Vido ni los Jaime”, considera.
Rechaza que el temblor político que reina en el peronismo pueda beneficiar electoralmente a Cambiemos, pero como secretario del Pro y uno de los encargados de abrir mesas partidarias en el interior del país desafía: “En 2017 tenemos que lograr una mayoría parlamentaria”.
–¿Cómo cayó la renuncia de Lopérfido?
–Valoramos mucho su aporte durante estos poco más de seis meses. Él ya formaba parte del equipo desde antes y va a seguir como director del Teatro Colón. Obviamente, también queremos aprovechar para dejar en claro que cualquiera de sus expresiones corre por su cuenta. Es una decisión de él y nosotros lo respetamos.
–¿No es una alerta para la prematura gestión de Rodríguez Larreta?
–Su salida es personal, no tiene que ver con la gestión o con nuestra política cultural que, probablemente, sea uno de los ejes que más valoran los vecinos.
–Esta semana, mientras Macri recorría Alemania, Cristina Kirchner se presentaba ante la Justicia. ¿Qué significado político tiene esa foto?
–Esas dos imágenes reflejan el contraste entre dos modelos: uno, el nuestro, que pretende mirar hacia adelante y buscar la reinserción del país en el plano internacional y la llegada de inversiones; y el otro, que nos gobernó en los últimos doce años y que será recordado por el alto nivel de corrupción de sus funcionarios. El desfile de funcionarios es significativo y lo encabeza ni más ni menos que la expresidenta.
–¿Cuánto beneficia al Pro ese “desfile” de ex funcionarios K por la Justicia?
–Nosotros no estamos atentos o pendientes sobre la acción de la Justicia y si eso nos beneficia más o menos. En todo caso, celebramos que la Justicia avance en causas graves. Sí creo que sirve para que los argentinos terminemos de reforzar esta concepción de que los grandes problemas de nuestro país no tuvieron solución en los últimos años porque los recursos fueron a manos privadas y no a los argentinos.
–¿Por qué no sucedería eso en el macrismo?
–No se puede comparar uno con otro. Nuestro gobierno no tiene los Lázaro Báez, los De Vido ni los Jaime. La austeridad y la administración correcta de los recursos son valores de nuestro gobierno.
–Pero, en esta crisis que vive el peronismo, el oficialismo ya comenzó a instalar mesas partidarias en todo el país. Usted viajó a Formosa hace pocos días.
–Esa coincidencia temporal no es adrede. Simplemente coincide. Queremos que Cambiemos trascienda una elección, que se consolide en el día a día. La vorágine de la gestión implicó que en los primeros meses de este año cada uno se dedique exclusivamente a sus responsabilidades por sobre las del partido. Ahora, con la gestión ya más aceitada, queremos generar un espacio más amplio. En esto trabajamos en las 24 jurisdicciones junto a nuestro principal socio, la UCR, y a otros espacios más locales, como la Coalición Cívica, el Partido Fe, el Partido Demócrata de Mendoza y tantos otros.
–¿El Gobierno ya está en campaña?
–Tenemos muy en claro que nuestra principal carta de presentación el año que viene será la gestión en el plano nacional y en aquellas jurisdicciones donde somos oficialismo. La consolidación de Cambiemos parte de la convicción, pero también del convencimiento de que tenemos que lograr una mayoría parlamentaria.
–¿En qué medida es necesaria para el Gobierno esa mayoría parlamentaria que hoy no tiene?
–Esa mayoría nos va a permitir imponer nuestra agenda. El objetivo es ganar en cada una de las provincias de nuestro país, empezando por la provincia de Buenos Aires, por lo que significa simbólicamente y por el aporte que tiene en el Parlamento. El nuestro es un claro objetivo competitivo.
–¿Pro y ECO confluirán en la Ciudad en Cambiemos?
–Nos conviene que la consolidación del espacio ocurra también en la Capital. Esa discusión ahora está transitando una etapa de generación de confianza, de avanzar en el diálogo, de acercar o aceptar diferencias y en valorar o considerar al otro. Estamos en ese camino y creemos que para 2017 aún falta tiempo para tomar decisiones electorales. Este es un año para avanzar en esa confianza.
–¿Pero el Pro aceptará disputar la Ciudad?
–Será un desafío. Nosotros tenemos una responsabilidad mayor porque tenemos el gobierno en el distrito. Entonces, de parte nuestra tiene que haber un acto de mayor compromiso y de mayor generosidad también.
–¿La figura de Lousteau, que el año pasado llegó a disputarle a Rodríguez Larreta el balotaje, es la principal discusión?
–Creemos que ya va a llegar el momento de discutir candidaturas. Hoy sería un error poner nombres cuando todavía no avanzó suficientemente el acuerdo entre los partidos.
–Ya en el segundo semestre, ¿qué se puede esperar en la Legislatura?
–Tenemos una agenda ambiciosa, como fue la de este primer semestre, donde avanzamos con leyes que creemos que van a traducirse en beneficios concretos para los porteños: el empréstito que se aprobó para la construcción de la Villa Olímpica, la agencia de bienes, el parque de innovación y la playa debajo de la plaza Houssay. Nos imaginamos repetir esa mecánica con otros temas, como la puesta en valor del autódromo con el Proyecto Lugano.
–¿Se concretarán nuevos traspasos, como el de la Justicia?
–Esperamos avanzar con el traspaso de la Justicia, que será progresivo. La agenda de la autonomía se viene cumpliendo desde enero, con el traspaso de la policía. Eso seguirá con el juego y el puerto. Hay un presidente y un jefe de Gobierno que se limitan, ni más ni menos, a cumplir con la Constitución para que haya autonomía en la Ciudad.
En primer plano
• Un restaurante. La Esperanza de los Ascurra.
• Una comida. “Milanesas con tortilla de mi abuela.”
• Un lugar porteño. La Bombonera.
• Una figura histórica. Arturo Frondizi.
• Una frase. “Soy optimista. No parece muy útil ser otra cosa”, de Winston Churchill.
• Un libro. “Acabo de terminar de leer la compilación Cuentos para leer los sábados.”
• Una película. “Estoy viendo Marco Polo en Netflix.”