La fábrica de camiones Iveco, del Grupo Fiat, anunció la paralización de la línea de producción instalada en la provincia de Córdoba y la suspensión de los 500 trabajadores por la falta de ventas a Brasil y el exceso de stock.
La compañía no asignará tareas este lunes a los operarios de la planta de la localidad de Ferreyra, aunque prometió abonar el 75% de los salarios caídos. Los trabajadores consideran que estas maniobras de los empresarios atentan contra sus fuentes de empleo y la estabilidad laboral, pero no pueden evitar la aplicación de la medida, que contaría con el acompañamiento del sindicato Smata.
La semana pasada Iveco frenó sus actividades a mitad de semana por un conflicto en la autopartista Montich, que le provee chasis. Tras finalizar el concurso preventivo de crisis, los dueños de Montich redujeron $ 2.500 los salarios y para aplacar las quejas de los 100 empleados metalúrgicos cerraron las puertas de las fábricas. La firma, que posee dos plantas en Córdoba, se negó a sostener el pago extra que la Nación realizaba en condición de Repro y ahora los trabajadores ven disminuídos sus ingresos y denuncian “lock out”.
En línea con la fábrica de camiones, en Fiat hoy no trabajarán otros 1.500 trabajadores y 350 no irán a la planta MQ200, de Volkswagen, también en Córdoba.
Con la inactividad de este mes, todo parece indicar que la caída de la produccción automotriz en julio podría superar la de junio que tuvo una baja interanual del 19,8 por ciento, según la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa).
Según la entidad empresaria, el primer semestre cerró con 224.038 unidades, 14 por ciento menos que el período enero-junio de 2015.