El cacique Qom formoseño Félix Díaz consiguió hacerse elegir como presidente del Consejo Indígena en una asamblea en la que abundaron las amenazas, los golpes y una violencia que se suponía que no iba a existir, teniendo en cuenta las protestas de inocencia de las que suele hacer gala el supuesto líder aborigen.
Del evento, que se realizó en el Hotel Bauen, participó el secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación, Claudio Avruj, que le dio un viso de legitimidad a la fraudulenta asamblea con su presencia, en una imprudente actitud.
Los opositores al formoseño denunciaron que hubo golpes de puño, empujones, amenazas y hasta la exhibición de armas blancas en el recinto en el que se desarrolló la votación.
El propio Díaz fue el impulsor, a fines de 2015, de la creación del Consejo Consultivo y Participativo de los Pueblos Indígenas de la República Argentina. En mayo de este año, fiel a su costumbre, Macri firmó el decreto por el que lo creó.
La elección de Díaz fue realizada a mano alzada la última semana en el Hotel Bauen, mientras arreciaban las denuncias contra sus curiosos métodos políticos.
“Estamos muy mal porque hemos visto como se ha pisoteado a la dignidad de nuestros hermanos queriéndonos imponer cuestiones que no tienen nada que ver con la real participación, trayendo una patota donde fuimos agredidos un montón de personas,inclusive exhibición de armas blancas diciéndonos que a la salida del hotel a algunos los iban a hacer cagar, y esa es la gente de Félix Díaz”, denunció Roberto Sandoval, que en 2011 fue reelegido como representante del Pueblo-Nación Charrúa ante el Consejo de Participación Indígena (CPI).
Por su parte, el Lonko de la comunidad Mapuche “Kona Niyeu Somuncura” de la localidad de Cona Niyeu y representante mapuche en el CPI, Walter Cañumil, refirió que “el encuentro era para ver todos los puntos de la reglamentación y elegir a las autoridades del Consejo, pero de los 130 miembros del CPI que debíamos participar, sólo llegamos 18 hermanos, porque al resto no les avisaron y a otros les avisaron sobre la hora y muchos no hicieron tiempo para viajar”.
Félix Díaz había insistido ante el Gobierno nacional para la creación del organismo que ahora presidirá de manera fraudulenta, al exigir “la urgente institucionalización de la organización, con carácter vinculante”, con el argumento de que era un “compromiso que asumió el actual gobierno el 11 de diciembre de 2015”. Luego, ratificaron el compromiso del Gobierno Avruj y el presidente del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, Raúl Ruidíaz.
Después, fue el escándalo el que enmarcó la designación de un cacique que posee una trayectoria que ha estado signada más por el alboroto y la controversia que por su propia representatividad, que siempre ha sido cuestionada, aún por los miembros de su comunidad.