“Estamos ansiosas pero lamentablemente Belén seguirá por ahora en el penal (de mujeres, donde cumple su condena) porque quedan trámites procesales que deben realizarse”, explicó Soledad Deza, defensora de la joven tucumana de 27 años que está privada de su libertad desde marzo de 2014, cuando la acusaron de haber asesinado a su hijo recién nacido, al salir hoy de tribunales donde gestionó la liberación de su defendida.
Según la abogada, Belén podría salir en libertad “en las próximas horas o tal vez este jueves”, y cuestionó la postura asumida por los jueces Dante Ibáñez, Néstor Macoritto y Fabián Fradejas, quienes en abril pasado la condenaron a ocho años de prisión por el delito de homicidio agravado por el vínculo, por dilatar el cumplimiento de la medida dispuesta por la Corte.
“Ya llevamos más de 24 horas esperando”, sostuvo Deza, quien aseguró: “Veo una gran demostración de poder por parte de jueces que se aprovechan del lugar que ocupan para poner obstáculos”. “No puede ser que Belén deba encarar una carrera de obstáculos para salir de la cárcel cuando tardó 10 minutos en entrar”, indicó la defensora, quien, además, se quejó: “Tenemos un Poder Judicial en el que se entra con facilidad pero del que después no resulta sencillo salir”.
Belén fue trasladada esta mañana a la alcaldía de Tribunales para ser notificada del cese de prisión, que fue ordenado ayer por los miembros de la Corte Suprema de Tucumán, Daniel Posse, Antonio Estofán y Antonio Gandur .
Tras cumplir con ese trámite judicial, la joven fue trasladada nuevamente al penal de mujeres ubicado en Banda del Río Salí, al este de la capital tucumana, donde permanece detenida desde hace dos años.
La Corte dispuso la liberación de Belén pero no trató la cuestión de fondo. Consultada sobre la resolución de la causa, Deza explicó que el alto tribunal podría “confirmar la sentencia o revertirla”. “Si la revierte, todo se termina, pero si la confirma, nos queda la posibilidad de apelar el fallo ante la Corte de la Nación”, agregó.
“Si bien los tiempos de de la Justicia son lentos, al menos Belén estará libre mientras se resuelva su situación procesal”, indicó.
Por su parte, Luciana Maraglio, abogada de defensa técnica de “Mujeres por Mujeres”, se sumó a las críticas a los jueces al señalar que “no puede ser que el Poder Judicial se ensañe con las mujeres y siga jugando con la libertad de una persona”. “La prisión preventiva fue impuesta de oficio por los jueces en un caso que no tiene la gravedad necesaria para que se disponga una medida de esa naturaleza”, agregó.
Maraglio cuestionó también la actitud asumida por los integrantes de Cámara que “filtraron la información que Belén iba a ser trasladada a tribunales, lo que generó la presencia masiva de los medios de prensa; por eso decidimos –añadió– acompañarla para resguardar su intimidad y su integridad física y moral”.
En marzo de 2014, Belén llegó al Hospital Avellaneda, en la capital tucumana, acompañada por su mamá, para que la revisaran por unos cólicos. Según lo declarado durante el juicio, desconocía que estaba embarazada.
Ese mismo día se halló un feto en uno de los inodoros del lugar y los jueces que la condenaron entendieron que ella tuvo a su hijo en el baño, y que el niño nació con vida pero que falleció por un traumatismo al ingresar al retrete.
La defensa de Belén argumenta que se trató de un aborto espontáneo y por eso solicita que la Corte modifique el fallo ya que “la Justicia no investigó a fondo el caso y se la culpó moralmente”.