El Gobierno porteño informó que las familias que deben ser trasladadas porque viven debajo de la Autopista Illia podrán acceder a créditos “blandos” para pagar las nuevas viviendas, de las que recibirán el título de propiedad. Las exigencias del crédito se adecuarán a “las condiciones económicas” de cada uno de los beneficiarios.
YPF ya aprobó la venta de esas ocho hectáreas, que se encuentran dentro de la misma villa, y en los primeros meses de 2017 las compraría el gobierno por unos 9 millones de dólares. Allí comenzaría la construcción de esas casas y de la nueva sede del Ministerio de Educación, que también se instalará en esas tierras.
En el lugar donde están ubicadas actualmente las 1.200 familias se edificará un nuevo Centro de Salud y Asesoramiento Comunitario (CeSAC).
Algunos vecinos habían manifestado en los últimos días preocupación por la falta de información. Una docente que vive en la villa y que trabaja en el jardín “Sueños Bajitos” de la capilla Cristo Obrero, reprochó que el Ejecutivo no informara sobre cómo iba a concretar la mudanza. “Pasaron casa por casa avisándoles que se iban a hacer las obras ahí y que iban a reubicarlos, pero no les dijeron cómo”, comentó la maestra.
En este contexto, desde la Secretaría de Integración Social y Urbana precisaron que las obras comenzarán en el primer semestre del 2017, y sostuvieron que “cientos de asistentes sociales visitan a las familias y les explican todo lo que se está haciendo”. Ese personal, de acuerdo a lo comentado, se encarga de informar cómo será el traslado y de qué manera podrán acceder a los préstamos. “Se va a ver la forma de que la persona pueda pagar con lo que pueda. Lo que se busca es facilitar el traslado, pero sin regalar nada, sino con el esfuerzo de cada uno”, agregó. Esos créditos “no están hechos para ahogar sino para solucionar”, finalizaron.
