UVIs, créditos hipotecarios para la “clase media”

UVIs, créditos hipotecarios para la “clase media”

Para comprender cómo funcionan los créditos en UVIs (Unidades de Vivienda), el proyecto de Julio Cobos aprobado en el Congreso, Noticias Urbanas dialogó con Martín Signori, asesor financiero.


Hace una semana el Congreso aprobó el proyecto de ley emitido por Julio Cobos, senador Nacional por la UCR de Mendoza, que viene a modificar la Unidad de Vivienda que publica diariamente el Banco Central (BCRA). Éste busca modificar el sistema de UVIs (Unidades de Vivienda) ya implementado por el BCRA para convertir al ahorro o inversión “en ladrillos” más accesible para la clase media.

Por esto, Noticias Urbanas dialogó con Martín Signori, asesor financiero, a fin de conocer las principales características de este tipo de crédito bancario, tanto sus ventajas como advertencias.

El fin de este sistema es que, a través de la compra de “ladrillos virtuales”, cada vez mayor cantidad de personas tengan la posibilidad de acceder a una vivienda propia. ¿Cómo? “A través de mayores plazos de pago, necesidad de menores ingresos y dando la confianza sobre el dinero ya invertido”, sintetizó el asesor.

En primer lugar, Signori explicó que el sistema de UVIs es “tanto una forma de ahorro como de inversión”, con lo cual la persona puede acudir a cualquier entidad bancaria para solicitar su ahorro en UVIs de manera gratuita. “Cada una equivale a una milésima parte de un metro cuadrado, es decir, que si se compraran mil UVIs, se estaría comprando el equivalente a un metro cuadrado”.

En tanto, su valor será calculado por el Banco Central y emitido por el INDEC.

COBOS-PROYECTOPero, su valor estimativo es, según el mismo Cobos, de aproximadamente 14 pesos, aunque el valor que publica el BCRA ya es superior a los 16,30 pesos.

“Esta ley abre una infinidad de posibilidades, en la medida en que los gobernadores, los institutos de vivienda puedan usar esos fondos (que se generen por los depósitos de los ahorristas) subsidiando capital”, señaló Julio Cobos.

En tanto, Signori explicó que estos créditos podrán ser adquiridos por “cualquier persona que se predisponga a tener su primer hogar propio, o una casa o departamento, empresas, entidades jurídicas y organismos estatales o privados”.

Así, los compradores de UVIs encontrarían en estos créditos un resguardo para su dinero “comparables a la compra de dólares”. “Aconsejo la inversión y ahorro en ladrillos, que es siempre mejor que guardar dólares en el colchón o mantener ahorros en pesos que, de manera inevitable, se van degradando por el peso inflacionario”, apuntó Signori. Y completó: “Además, hay que considerar que el metro cuadrado, en términos de construcción, siempre está relacionado al dólar de manera prácticamente directa”.

Vale aclarar que podrán establecerse depósitos en plazos fijos a 180 días, cajas de ahorro y la adquisición de títulos valores por 2 años. Y así todas las operaciones se liquidarán en pesos en base a su cotización.

Acto seguido, apuntó que en este sistema de UVIs, a diferencia de otros créditos hipotecarios, es que “su valor se fija en base al Índice de Construcción, calculado por la Cámara Argentina de Construcción, en lugar de sobre el Índice de Precios del Consumidor (más conocido como índice inflacionario), estimado por el INDEC”. Esto significa que “el valor de las UVIs se irán actualizando con una frecuencia mensual, lo cual es positivo para el ahorrista/inversionista, pero que es una contra a tener en cuenta para aquella persona que es tomadora de crédito”, advirtió.

Por su parte, Cobos adhirió al respecto: “A principio de año el dólar estaba en 15 pesos y sigue alrededor de los 15; mientras que el costo de la construcción aumentó un 20 por ciento en los últimos meses”, explicó.

Sucede que el hecho de que aumenten los valores mes a mes depende del índice del costo de la construcción, el cual tiene una volatilidad promedio bastante alta en comparación, ya que “su valor depende de dos variables principales: el costo de mano de obra y de los materiales, los cuales, en caso de ser importados, sufrirían un fuerte aumento tarifario si se disparase el valor del dólar, lo cual afectaría directamente al incremento sobre el precio de las UVIs”.

“Hay meses en los que los incrementos pueden llegar a ser fuertes y que son de carácter estacional, como puede ser en los meses de marzo o tal vez a noviembre o diciembre, porque son las épocas en que se hacen los principales incrementos salariales a los trabajadores”, explicó Signori.

Así, se hace difícil predecir el monto a pagar entre un mes y otro, dado que el valor de las UVIs podría incrementarse fuertemente en un mes/valor determinado, pudiendo traer problemas al momento del pago de la cuota.

En cambio, apuntó que otros créditos bancarios que se guían por el índice de inflación pueden tener cuotas menos fluctuantes y más predecibles, dada la baja variabilidad que suele tener este índice y otros, como los que son a tasa variable modificable anualmente, suelen tener directamente cuotas prácticamente fijas durante ese año.

Sin embargo, a diferencia de estos últimos casos, este proyecto de Cobos tiene la ventaja de “asegurarle el valor de su inversión a quien haya apostado a las UVIs”, porque “sin importar el incremento sufrido por las mismas, al inversor se le devuelve el equivalente a un metro cuadrado promedio al momento del retiro”. Es decir, comprar 100 metros cuadrados hoy, será equivalente a haberlos comprados a dos años vista. Además, tiene la seguridad de que el capital no va a volar, se supone que irá acorde a lo que costaría un metro cuadrado a lo largo del tiempo, ni más ni menos”.

Así, estos créditos permiten mantener la misma cantidad de metros cuadrados comprados sin sufrir el deterioro de la inflación a través del tiempo.

Otra ventaja marcada por el asesor es que, en caso de tomar créditos en UVIs, y a diferencia de la toma de créditos hipotecarios tradicionales, como “la Argentina suele contar tiempos de retorno de la inversión muy cortoplacistas, de aproximadamente unos 5 años, en el sistema de UVIs, este plazo es mucho mayor, sumado a que no hay peligro de que “se termine pagando cifras inimaginables; más bien el valor de la UVI se irá incrementado conforme el costo de la construcción”.

Además, es favorable al no necesitar de sueldos demasiado altos para poder acceder a este crédito, como sí sucede con algunos otros hipotecarios”.

“Por el lado de los inversores de UVIs, éstos tienen el beneficio de estar eximidos de todo tipo de impuestos, tanto de bienes personales y como de impuestos a las ganancias por las rentas e intereses percibidos”, continuó.

Para concluir, el asesor reflexionó: “A diferencia de los créditos hipotecarios tradicionales e históricamente realizados en el país, éste tiene beneficios para los inversores, y también aporta equidad para el Estado Nacional, que era el que siempre subsidiaba los créditos y terminaba perdiendo porque brindaba una tasa súper baja y fija a un cliente por 20 años y no tiene sentido, dado que por causa de la inflación, terminaba no pagando lo que correspondía. Así, entiendo que es más justo para todos”.

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