Según informó el presidente Mauricio Macri, en el marco del Foro de Inversiones y Negocios que arrancó en el Centro Cultural Kirchner, el Ministro de Energía se desprendió de las acciones por 16 millones de pesos que tenía en la petrolera Shell.
Luego de la presión del organismo que dirige Laura Alonso, el Gobierno había resuelto excusar a Aranguren de intervenir durante su gestión “en todas las actuaciones que estén particularmente relacionadas con la empresa Shell Compañía Argentina de Petróleo SA y/o con las empresas vinculadas a ésta”, a través de un decreto publicado en el Boletín Oficial.
Por otro lado, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, argumentó la determinación de Aranguren: “Desde el primer momento él había sido claro, y nosotros habíamos sido claro como Gobierno en que no había conflicto de intereses, pero creo que ha querido esforzarse para evitar cualquier confusión”.
“La Argentina necesita dejar bien claro que no se vuelven a repetir las épocas pasadas de falta de transparencia y corrupción, y Aranguren es un ejemplo y siempre lo ha sido, desde su actividad privada y ahora como funcionario, de ética, transparencia, y me parece que en todo caso es acallar cualquier cuestionamiento que pueda haber, cualquier duda también siguiendo las recomendaciones de la Oficina Anticorrupción”, aseguró Peña.
Las principales críticas que recibió el Ministro de Energía apuntaron a la incompatibilidad entre su cargo y poseer acciones en una empresa petrolera.
Para llegar a esa conclusión, el organismo se basó en el “deber de prudencia” previsto en el artículo 9 del Código de Ética de la Función Pública.
En su última declaración jurada, Aranguren aseguró tener una participación por 16.326.051,67 de pesos en la casa matriz de la petrolera, la compañía Dutch Shell PLC.
Por este motivo, recibió críticas de todo el arco político opositor. Hasta el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, pidió que se desprenda de sus acciones o “deje de actuar”.