“Es cierto que en muchos de los casos de las paritarias que los gremios cerraron libremente, en el primer semestre el índice de inflación estuvo por encima de muchos de esos acuerdos”, comenzó por sincerarse Mario Quintana, vicejefe de Gabinete. Para luego dar paso a su explicación sobre la falta de necesidad de reabrir las paritarias: “En el segundo semestre la inflación va a estar muy por debajo de esos acuerdos paritarios”, por lo que “al cabo del año, en la gran mayoría de los casos no va a haber una diferencia significativa entre paritarias e inflación”.
Pero, desde ya, estos dichos causaron la reacción de jefe del Sindicato de Camioneros, Hugo Moyano, y a líder del gremio gastronómico, Luis Barrionuevo.
Por su parte, Moyano señaló que “las paritarias están abiertas siempre”, y completó: “Si yo necesito recuperar el poder adquisitivo del salario, que se ha perdido con esta inflación desmedida, lo voy a discutir con las empresas y el Gobierno no puede evitarlo”.
Y remató: “Si yo hago un acuerdo con una empresa y el Ministerio de Trabajo no me homologa, me obliga a salir a la protesta”.
Y, Barrionuevo consideró: “Hablar ahora de no abrir paritarias es un horror, porque el ministerio (de Trabajo) avaló a algunos gremios (las subas) que han firmado por seis meses y tienen que volver a abrirlas”.
Y así, el dirigente acotó que “hay muchos gremios que también dejan asentado que si hay algún deslizamiento de precios y demás se puede llegar a volver a conversar (de aumentos salariales)”.