El tratamiento de uno de los temas centrales de la agenda del Gobierno de Mauricio Macri (aprobar el Presupuesto 2017), comenzó el martes en la Comisión de Presupuesto en la Cámara de Diputados. Previamente hubo reuniones entre el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, y diferentes legisladores, como Miguel Ángel Pichetto, radicales y peronistas. El principal ausente fue el Frente para la Victoria (FpV).
Por su parte, el jefe de bloque del Frente para la Victoria, Héctor Recalde adelantó que no se opondrían al Presupuesto pero buscarían mayor información al respecto, lo cual no garantiza la certeza de su votación. La duda siempre está en la oposición.
Al Gobierno nacional le interesa sancionarlo para fines de octubre y que no haya demoras en el Senado, por ello invitaron a Pichetto. El senador marca el ala menos dura dentro de los exkirchneristas que representan a sus provincias en la Cámara alta, dándole una cuota de respiro el oficialismo para la aprobación de leyes primordiales.
El Presupuesto está atado al proyecto de Ganancias que Prat Gay prometió mandar a Diputados en los próximos días. La cuestión central está en que si suben el piso, menos gente pagará el tributo y como el 50 por ciento es coparticipable con las provincias, implica que los gobernadores recibirán menos dinero. El oficialismo negocia el otorgamiento de obras públicas a los que se vean más afectados por el Presupuesto y, de esta manera, compensarlos, para seguir asegurándose sus votos en el Senado.
Otras de las inquietudes en torno al proyecto, son los Superpoderes, que se renuevan todos los años desde 2006, ya que durante el Gobierno de Néstor Kirchner, la ley fue aprobada de forma permanente.
Las facultades delegadas del Poder Legislativo al PEN (Poder Ejecutivo Nacional), le dan poder al Jefe de Gabinete para reasignar partidas del presupuesto, según su criterio. Quienes más ejercen presión al respecto son los diputados nacionales, Sergio Massa (Frente Renovador) y Margarita Stolbizer (GEN), además de los gobernadores que suelen tener leyes provinciales similares.
Los diputados buscan ponerle un límite a las atribuciones que presenta la ley o en lo posible, eliminarlas completamente, cuestión que se negociará en los próximos días.
El Presupuesto representa un as bajo la manga para el Gobierno, ya que será su carta de presentación para un 2017, donde la agenda principal pasará por las elecciones legislativas.
El Poder Legislativo recibirá el año que viene un total de 15.791 millones de pesos, si se aprueba la ley enviada por el Ejecutivo. En el reparto de fondos a los ministerios, el más favorecido será el de Interior, Obras Públicas y Vivienda, en manos de Rogelio Frigerio: allí se destinará un total de 57.493 millones de pesos, es decir, un 52,4 por ciento más que este año. Lo cual demuestra hacia dónde apunta el Gobierno.
Por otra parte, el presupuesto enviado contiene un pedido de aval de endeudamiento por 9 mil millones de dólares para construir una cuarta central nuclear. La obra está pautada en seis meses de duración, pero no especifica el financiamiento. Contempla derivar el dinero en Nucleoeléctrica Argentina SA, la empresa estatal creada en los noventa o de “una entidad o Vehículo de Financiamiento elegido”. En el Congreso creen que los aportes llegarán desde China o Rusia, cuyos jefes de Estado ya expresaron interés en reuniones bilaterales.
Asimismo, se contempla en la partida las principales obras de infraestructura que llevará adelante el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, como el Belgrano Cargas y soterramiento del tren Sarmiento.
Uno de los beneficiados será el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el cual tiene diagramada una de las principales estructuras para la Ciudad de Buenos Aires: la Estación Central Obelisco (RER), que bajo la 9 de Julio cruzará trenes, subte y autos.
Otro de los mimados por el Gobierno es Juan Manuel Urtubey (gobernador de Salta), ya que prevén tres obras planeadas a tres años, con un precio de 3 mil millones de dólares en total (3.057.000.000 exactamente). Ninguna provincia llega, siquiera, a la mitad de ese precio. Buenos Aires es la “más cercana” a esa cifra, con obras por 1.200 millones.
Las demás provincias beneficiadas por el anexo del presupuesto para tomar deuda son Catamarca, por 1.117 millones; Jujuy, poco más de mil millones; Río Negro, 914 millones; Córdoba, 663 millones y Tucumán por 460 millones, aunque Tucumán y Catamarca tienen la construcción del dique Potrero del Clavillo, proyecto que data desde hace 50 años, por más de 600 millones.
El proyecto implica mucho más que una partida presupuestaria para Cambiemos, será la llave que le permitirá abrir todas las puertas hacia un largo camino para llegar el 2019. La campaña electoral ya comenzó, la disputa de egos dentro de la oposición y del oficialismo (junto a las posibles negociaciones), marcarán el rumbo.