El exgobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, continúa recibiendo contras y disgustos. Esta vez se debe a los resultados de una auditoría encomendada por la actual gobernadora, María Eugenia Vidal, al Ministerio de Seguridad.
A pesar de que en las entrañas del conurbano ya se suscitaban rumores sobre la falta de preparación de la Policía Local, implantada en 2014 para el refuerzo del patrullaje de las calles, la auditoría develó que no sólo los vecinos estaban en lo cierto sino también que mil policías tendrían problemas psiquiátricos y uno de cuatro no estaría preparado para ejercer.
Aún así, este relevamiento es todavía parcial, ya que fueron evaluados 7.500 de los 16.000 llamados “pitufos”, por el color celeste de sus uniformes. De éstos, 2 mil están siendo reentrenados por si incapacidad en tiro u operatividad.
Abriendo entonces el paragua frente a posibles próximos despidos, desde el gobierno provincial argumentaron que hay policías con graves problemas mentales y la gran mayoría de los que están en la calle no dispararon un solo tiro de práctica. Incluso, algunos efectivos convivían con familiares con antecedentes penales.
“No objeto el modelo de la Policía Local, pero sí cómo fueron capacitados. Muchos de ellos no tiraron ni un solo tiro”, dijo Cristian Ritondo, ministro de Seguridad de la Provincia, en una entrevista. “Los que no estén capacitados, ya sea porque hayan falseado sus títulos secundarios, porque no tengan aptitud física o por alguna otra cuestión, no van a estar más y dejarán el cupo para que ingresen nuevos”, agregó.
Por esto, Ritondo decidió ampliar el plazo de formación de los policías: ahora son nueve meses en lugar de seis. Y, además, comenzaron a usar el modelo de capacitación de la Policía Metropolitana.