Este miércoles, el rector del Colegio Nacional Buenos Aires (CNBA), Gustavo Zorzoli, comunicó que desde las 14 se suspenderían las clases en la institución por problemas con la Asociación del Personal de la Universidad de Buenos Aires (APUBA), que se habían manifestado “a los gritos y con bombos desde las 7:15 de la mañana” y “detonando a lo largo de toda la mañana bombas de estruendo de alto potencial”.
Acto seguido, Zorzoli alertó que las asambleas no docentes resolvieron un paro por una semana y que “en estas condiciones y sin la limpieza mínima del edificio es inviable el dictado de clases”. Y aclaró que la suspensión se mantiene “hasta tanto no se den garantías del funcionamiento del edificio”.
Es que, según el recto, el gremio “ha traspasado los límites de todo tipo de reclamo”: “Pareciera que estos adultos, al detonar bombas de estruendo y petardos no han reparado en la imprudencia de realizar semejantes actos dentro de una institución educativa con menores de edad”.
Sucede que APUBA realizó tales manifestaciones en pos de denunciar la presencia de amianto en todo el subsuelo del edificio, expuesta a los alumnos, docentes y no docentes; un conflicto que tensa la relación con el Colegio desde hace varios meses.
“Habíamos acordado un plan para eliminar estos 600 metros lineales de amianto que hay y el rector contrató una empresa fantasma que no hizo bien el trabajo. Denunciamos eso, fuimos hasta el rectorado y se acordó removerlo de manera correcta”, contó el delegado general, Ignacio Pérez.
“El 20 de septiembre empezó la nueva obra y el 21 me empezaron a llegar fotos que mostraban que los chicos estaban dando vueltas ahí, expuestos a la sustancia”, denunció y dijo que van a levantar la medida cuando Zorzoli “haga lo que debe en términos de remoción”.
Sin embargo, desde el gremio negaron la responsabilidad de los disturbios pirotécnicos a los que apuntó el Zorzoli: “El rector se va a tener que disculpar, es una injuria enorme “, dijeron. “No hicimos eso en ningún momento de nuestras carreras”, remarcaron.