A veces, los hospitales públicos suelen entrar hasta el centro de la agenda pública, en general, por las situaciones de violencia que experimentan los médicos mientras hacen su trabajo. El último caso ocurrió a fines de julio, cuando un hombre entró en el Fernández con un caño y amenazó a una médica.
Sus colegas de los hospitales porteños realizaron un paro, que logró acatamiento total. La Asociación de Médicos Municipales (AMM), que impulsó la medida, pidió al Gobierno porteño un plan integral de seguridad que incluya cambios edilicios para prevenir ataques y mayor presencia policial.
Dos meses después, el presidente de la Asociación de Médicos Municipales, Jorge Gilardi, reveló a Noticias Urbanas que recibió respuestas, pero que los resultados fueron parciales. Aunque desde julio cuentan con la presencia de mayor cantidad de agentes, aún esperan mejoras efectivas en cuanto a la infraestructura de seguridad. En paralelo, Gilardi se muestra esperanzado con la posibilidad de que no pierda estado parlamentario el proyecto de ley que impulsa la Asociación en el Congreso para tipificar la violencia contra médicos de hospitales públicos en el Código Penal. La propuesta se encuentra en la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados. Más allá de la
violencia, Gilardi se muestra particularmente preocupado por la situación en los Centros de Atención Primaria. Asegura que reina la falta de insumos y de personal y que hay fallas graves en su funcionamiento.
–¿Cómo está la situación en los hospitales porteños después del último paro?
–Nosotros pedimos un incremento de las fuerzas policiales y mejoras edilicias en las guardias para hacer más seguro el acceso al hospital. Respecto al incremento policial, estamos teniendo una respuesta, en general, satisfactoria. Hay puntos flojos, pero tenemos buen diálogo con el Ministerio de Seguridad de la Ciudad, que nos dio una buena respuesta, efectiva. En cuanto a las estructuras edilicias en las guardias, no hay buena respuesta. El Ministerio de Salud de la Ciudad promete que lo va a hacer, pero no hay puesta en marcha efectiva.
–¿Cuáles son las mejoras que piden?
–En algunos lugares, rejas; en otros, puertas que impidan el acceso sin control. La guardia del Piñeiro es la más caliente y ya deberían trabajar en una estructura edilicia nueva, que permita que entren pacientes pero no violentos, con respuesta rápida, segura y efectiva a pacientes que se acercan a estos lugares desde la zona más caliente de Buenos Aires.
Hay una evidente lentitud en las obras en este sentido. Debería haber un mapa de riesgo para determinar dónde se
necesita reforzar cada cosa, cada acceso, todo lo que brinde mayor control de ingreso y seguridad a las guardias de los hospitales.
–¿Mejoró o empeoró el diálogo con el Gobierno desde la asunción de Rodríguez Larreta?
–Nosotros hemos tenido un diálogo abierto con ambos. Con Macri como jefe de Gobierno era permanente, y con
Horacio Rodríguez Larreta también.
–¿El de la violencia es el principal problema de la salud pública hoy?
–Creo que la violencia está, las agresiones están, pero hoy los temas de salud tienen muchos problemas de insumos y de recursos humanos. La salud es asistencia, y si el recurso humano no está en tiempo y forma, estamos en problemas. Y si el insumo no está en el momento que se necesita, también.
–¿Cómo están los hospitales, más allá de la inseguridad?
–Es muy heterogénea la situación de los hospitales, algunos tienen un funcionamiento mejor, y otros, peor. En este
momento tenemos un serio problema en los Centros de Salud de Atención Primaria (Cesap). La Subsecretaria de
Cesap está trabajando con un criterio equivocado, distanciado de lo que pasa en la realidad. Hay problemas de
insumos, de funcionamiento, de recursos humanos. No hay un criterio de una política de atención primaria de la salud, a pesar de que se dice que se va detrás de ella. Los centros de salud están peor que hace nueve meses. Hay déficit de insumos, de recursos humanos, falta de funcionalidad. Antes tenían una dependencia mayor con los hospitales, entonces resolvían los problemas en forma más sencilla. Hoy dependen de la Subsecretaría y es todo más engorroso, burocrático. No tienen la dinámica que deberían tener para solucionar problemas.
–¿Es un problema político?
–Esperemos que sea un problema de enfoque y administrativo. Si es un problema de visualización
de políticas de salud, estamos ante una situación muy seria y los médicos municipales
lo vamos a denunciar formalmente.
–¿Lo plantearon?
–Permanentemente. A la fecha lo hablé con la ministra, que está al tanto de que esa Subsecretaría deja cosas que desear.
–¿Cómo está la situación de los residentes?
–Hay una ley de residentes que hay que cumplir. Tenemos comisiones de residentes en los hospitales para que hagan lo que tienen que hacer en los hospitales, que es capacitarse. Son los médicos de hoy y mañana, que van a apuntalar a los hospitales públicos. Queremos que se capaciten, que cobren bien, que no estén cansados, que no se los explote. Les pedimos permanentemente que cuando esto suceda lo planteen a los médicos municipales.
–¿Qué opina del Plan Nacional de Salud que anunció Mauricio Macri?
–Hay cosas realmente muy interesantes. Estamos de acuerdo en que la salud tiene que tener un acceso universal. Hay situaciones a debatir, muchas. No olvidemos que hay tres subsectores: uno del ámbito privado; otro es el de la seguridad social, y otro, el público. Habrá que ver cómo interactúan, pero es un proyecto que tanto el Ministerio de Salud como el Presidente de la Nación están impulsando. Nosotros opinamos, desde el sector médico se nos escucha. Es el principio de algo, esperemos que tenga la continuidad necesaria y que se corrijan las cosas. Es el momento de hacer una política pública de salud de Estado para que todos los argentinos tengan acceso universal a la salud.
–¿En qué estado se encuentra el proyecto que presentaron para que cumplan penas específicas quienes agredan a los médicos?
–Está en Diputados de la Nación, en la Comisión de Salud. Nosotros estamos viendo y hablando y modificando para lograr que no pierda estado parlamentario. Está marchando hacia adelante. Creemos que para el año que viene vamos a poder tener una situación efectiva y ejecutada de esta ley, que tipifique el estado de la salud en forma distintiva.