La definición de la palabra revolución es la siguiente: cambio violento y radical en las instituciones políticas de una sociedad. Los ejemplos clásicos son bien conocidos y están arraigados en el inconsciente colectivo de la humanidad. La Revolución Francesa, la Revolución Rusa y la Revolución Industrial marcaron la historia como un bisturí que parte en dos aquello que corta.
Revolución es hoy la palabra más repetida por los funcionarios porteños a la hora de hablar de la nueva Policía de la Ciudad.
Pero, como sucede con todo cambio, los obstáculos que enfrenta son considerables. El propio ministro de Justicia y Seguridad del Gobierno porteño, Martín Ocampo, lo reconoció. Eso no significa que se retroceda. El gobierno de Larreta mantiene su idea original y una demostración de eso se dio este miércoles por la mañana en el Instituto Superior de Seguridad Pública (ISSP), cuando el jefe de Gobierno presentó oficialmente la nueva Policía de la Ciudad de Buenos Aires.
A pesar de que la flamante fuerza nace de la fusión de los efectivos traspasados a la Ciudad de la Superintendencia de Seguridad Metropolitana de la Policía Federal Argentina (PFA) y de los integrantes de la Policía Metropolitana (PM), el escudo, el color del uniforme y los patrulleros dejan en claro que se trata del nacimiento de una nueva institución que se diferenciará claramente de ambas.
El miércoles por la mañana se hizo el acto oficial donde se dio a conocer el color de los uniformes, de los patrulleros, de las motos y el nuevo escudo.
Luego del anuncio realizado en el Instituto Superior de Seguridad Pública, un importante funcionario del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad dialogó con Noticias Urbanas y explicó la elección del nuevo escudo de la fuerza, el uniforme y los colores. Además de dar detalles sobre sus objetivos.
“Como esta es una nueva fuerza, quisimos despegarnos de los símbolos tradicionales que caracterizan a las instituciones policiales en general. Siempre hay animales o símbolos que reflejan algo del pasado, y eso a veces genera una percepción violenta. Quisimos, en cambio, reflejar en el escudo lo que es prioridad para nosotros: los vecinos, la cercanía con ellos y la voluntad de servicio. Por eso, el escudo refleja el contorno de la Ciudad con los ciudadanos adentro, y queremos que esto sea lo que identifique a esta flamante policía. Eso significa que todo lo que hará esta nueva fuerza desde su nacimiento es para y por los vecinos de la Ciudad. A tal punto que lo llevarán en su escudo. Además, en un futuro cercano, el escudo de la policía será una identificación para cada efectivo a través de un código QR que será como una placa de identificación”, detalló el funcionario.
Ese mismo concepto se aplicó a los uniformes. “Esta es una nueva fuerza, en la que queremos que predomine la seguridad y la vanguardia. El uniforme fue pensado en esa línea. Queremos que sea cómodo de usar, sobre todo para cuando los agentes estén en acción, que sea de fácil desplazamiento, con detalles que cuiden más las zonas de más desgaste (rodillas, por ejemplo). Mientras más cómodos y dinámicos sean los uniformes, mejor van a poder entrar en acción cuando sea necesario”, agregó el funcionario consultado.
La idea de cercanía será una cuestión en la que se hará mucho hincapié. “Esta nueva propuesta de vestimenta acerca más al policía con el ciudadano. Queríamos evitar que el uniforme reflejara dureza, lejanía, exceso de formalidad. Por eso propusimos prendas que sean como las que usa cualquier ciudadano y que, ya a la vista, reflejen una idea de proximidad, confianza. Estos son valores centrales que queremos transmitir”, se explayó.
El dato tiene que ver con la elección de los colores. “Buscamos disrupción y modernidad. Con el color cian buscamos modernidad y visibilidad, y con el burdeos, algo novedoso y sobrio”, especificó el funcionario, como si se tratara de un modisto de fina y alta costura.
Todo eso se enlaza con el objetivo que tiene Rodríguez Larreta de que la Policía de la Ciudad sea una fuerza de vanguardia.
“Como lo dice nuestro lema, la idea es dotar continuamente de la última tecnología tanto a los efectivos, en lo que hace al equipamiento y a la vestimenta, como también a los móviles. Estos últimos dispondrán de las últimas tecnologías en comunicación para que, en sintonía con el Centro Único de Coordinación y Control y la Central del 911, la respuesta ante la emergencia sea inmediata”, finalizó el funcionario.
Los próximos pasos
La entrada en funcionamiento de la Policía de la Ciudad dependerá de la Legislatura porteña. Hasta que no se apruebe la Ley Integral de Seguridad, la fuerza no podrá empezar a operar. Para esto se necesitan solamente 31 votos y el Pro los puede conseguir con facilidad. El paso por las comisiones de Seguridad y Justicia obligará al oficialismo a negociar con la oposición, que ya adelantó que exigirá modificaciones y agregados al proyecto de ley.
“Vamos a consensuar, este es un tema muy importante y necesitamos el apoyo de todos. Por eso, incluimos en el proyecto que enviaremos a la Legislatura cuestiones que en su momento impulsaron Elisa Carrió, la gente de Confianza Pública y hasta algunas cosas de proyectos de Nilda Garré de cuando ella estaba al frente del Ministerio de Seguridad de la Nación durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner”, le dijo a NU un ministro porteño.
Todos esos datos le dan al jefe de Gobierno mucha confianza y la seguridad de que la nueva policía entrará en funcionamiento en enero del año que viene.
Esa confianza quedó demostrada en el Presupuesto 2017, que el Gobierno de la Ciudad envió a la Legislatura el viernes pasado. En el texto se da por hecho que la nueva fuerza de seguridad estará funcionando el año que viene y, por eso, se le destina un presupuesto acorde a la tarea que realizará.
“Durante este año de transición se fueron incorporando los gastos y los recursos provenientes del traspaso del servicio de la Seguridad. De esta manera, al cierre del presente ejercicio la inversión en esta área pasará de los 5.000 millones de pesos sancionados originalmente a 21.500 millones de pesos. Asimismo, para el próximo año, lo destinado a Seguridad alcanzará los 29.457 millones de pesos”, se explica en el presupuesto al hacer mención en el incremento destinado a seguridad.
El incremento de fondos es una decisión política y priorizar la seguridad es uno de los puntos claves del Presupuesto 2017. “Esta nueva función que asume el Gobierno de la Ciudad, con sus correspondientes recursos, elevó el porcentaje de participación de este gasto, que pasó del 5 por ciento al 16,5 por ciento del total”, dice uno de los párrafos del presupuesto.
La palabra revolución es seductora y ambiciosa. La promesa de conquistar el Palacio de Invierno enamora a muchos. El inconveniente es que, a pesar de que hubo revoluciones victoriosas, abundan los ejemplos de las que no lo fueron. Los funcionarios de la Ciudad prefieren pensar solo en las primeras.