Denuncian a Ibarra por un aquelarre orgiástico de cuerpos desnudos

Denuncian a Ibarra por un aquelarre orgiástico de cuerpos desnudos

El abogado Oscar Igounet radicó el lunes una denuncia contra Aníbal Ibarra y contra el fotógrafo Spencer Tunick por abuso de autoridad y por exhibiciones obscenas, respectivamente, por una serie de fotos que efectuó el segundo en la madrugada del sábado pasado. Los modelos fueron 500 hombres y mujeres, que posaron desnudos. La denuncia está radicada en el juzgado Correccional Nº 1, a cargo del juez Omar Faciutto


"Hombres y mujeres completamente desnudos se acostaron en la calle al salir el sol, boca arriba, de costado, boca abajo. Mostraron sus partes pudendas mezclados los unos con los otros, hombres con hombres, mujeres con mujeres y parejas de distinto sexo se dejaron fotografiar y caminaron indecentemente con sus órganos bamboleantes y colgantes, fláccidos o erectos".

El literato Oscar Igounet -abogado en sus ratos libres- es el autor del párrafo precedente, que, como una humorada, presentó ante el juez en lo Correccional, Omar Fasciutto, con el objetivo de llevar el arte aún hasta a los espacios más recónditos.

Los impúdicos posaron "sonrientes, irrespetuosos y desprejuiciados, sin importarles que podían ser observados por niños, esposas, madres, ancianos, familias cristianas enteras, vecinos honestos y pudorosos que están empecinados en educar a sus seres amados en las buenas costumbres", se horrorizó la nueva promesa de las letras argentinas.

"Ese aquellarre orgiástico de cuerpos desnudos no se llevó a cabo en una casa o en predio privado, sino que se lo hizo en la vía pública, en plena Avenida 9 de Julio, a la vista de todos y con la colaboración de la policía federal y de las autoridades comunales", continuaba advirtiendo a la comunidad este abogado de múltiples talentos.

Finalmente, se agobiaba: "estoy harto de tratar de educar a mis hijos y de formar una familia sanamente argentina, dentro de nuestros valores tradicionales promedio, el amor a la patria, al estudio, al trabajo y al deporte…no nos será fácil dejar atrás la corrupción de la que tanto nos quejamos si no ponemos todas las herramientas que nos da la ley para preservar nuestros valores".

Para preservar nuestros valores, Igounet se horrorizó ante los cuerpos desnudos, a los que describió con un detallismo digno del que no se perdió ni un centímetro del "aquelarre orgiástico" y "obsceno".

El abogado-literato -de todas maneras- disculpaba a sus seguidores: "No lo hacen por un capricho fascistoide (se refería a los que "educan a sus seres amados en las buenas costumbres") sino porque así es nuestra cultura nacional, eminentemente católica y cuasi puritana".

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