Se prohibiría la venta de cigarrillos a menores de 18 años y las tabacaleras reducirían su publicidad

Se prohibiría la venta de cigarrillos a menores de 18 años y las tabacaleras reducirían su publicidad

Si prosperara un proyecto del diputado porteño Oscar Moscariello -hoy aliado de Macri-, los menores de 18 años no podrían comprar cigarrillos en la Ciudad de Buenos Aires. La iniciativa parlamentaria se conoció el mismo día en que tres de las más grandes tabacaleras mundiales anunciaron un acuerdo, por el cual se comprometieron a no publicitar más sus productos en radio y en televisión


"Las empresas tabacaleras ven a nuestros niños como nichos de mercado para reemplazar a los que mueren", afirmó la directora general de la Organización Mundial de la Salud, Gro Harlem Brundtland, en un artículo publicado el 15 de octubre por el diario español "El País".

Pero no fue el endurecimiento de las críticas de la OMS, lo que provocó un cambio de estrategia publicitaria de tres de las cuatro tabacaleras más grandes del mundo, sino que fueron las múltiples indeminazaciones -la última por 28 mil millones de dólares- que los jueces norteamericanos les fijaron a estas compañías a raíz de demandas iniciadas por fumadores, tanto activos como pasivos.

El acuerdo al que llegaron British American Tobacco (BAT), Philip Morris y Japan Tobacco, implica no hacer más publicidad de cigarrillos en televisión y radio desde el primer día de 2003, aplicar fuertes restricciones para el merchandising y para los anuncios en vía pública -los cuales deberán reducir notablemente su tamaño-, no realizar más publicidad encubierta en películas, suspender a partir del 2006 el sponsoreo de espectáculos y promover prohibiciones para la venta de cigarrillos a menores de 18 años y para el fumar en lugares donde haya niños.

Es en este marco que el legislador porteño Oscar Moscariello (Partido Demócrata Progresista) presentó un proyecto de ley para prohibir, en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, la venta de cigarrillos a menores de 18 años. La iniciativa parlamentaria de Moscariello propone agregarle un artículo -el 51º bis- al Código Contravencional, para equiparar las responsabilidades que le caben al comerciante por vender alcohol a menores, con las del tabaco.

Pero como el Código Contravencional porteño no establece las penas, sino que solamente informa sobre lo que no está permitido, será el juez quien determine qué sanció le cabe al comerciante que venda tabaco a menores. El magistrado podrá elegir entre impartir a los culpables apercibimientos, multas, trabajos de utilidad pública, instrucciones especiales, inhabilitaciones, arrestos con diversas modalidades de cumplimiento, clausuras y reparaciones.

En la Capital Federal está prohibido fumar en los transportes colectivos de pasajeros, en los andenes de las estaciones de subterráneos, en sectores no habilitados en restaurantes, bares y confiterías, en oficinas o espacios del ámbito municipal donde se atiende público, en los locales de video-juegos y entretenimientos, dentro del ámbito de cajeros automáticos, en vehículos cargados con artificios pirotécnicos, en transportes escolares, en remises o cuando se estén manipulando alimentos.

Una encuesta reciente, encargada por el Ministerio de Salud de la Nación y realizada entre 11.681 adolescentes de entre 12 y 18 años que cursan en escuelas públicas en varias jurisdicciones, concluyó que casi el 60 por ciento de los adolescentes de esas edades han probado un cigarrillo alguna vez en su vida, y el 30 por ciento de ellos se convirtieron en fumadores; de los convertidos en fumadores, el 21,7 por ciento consumen seis o más cigarrillos diarios; el 44,9 por ciento de los que probaron un cigarrillo, lo hicieron a los 12 años y el 12 por ciento entre los 10 y los 11 años; el 75,1 por ciento del total de fumadores intentó dejar de hacerlo pero no pudo lograrlo.

A este estudio, utilizado por el diputado para fundamentar su proyecto de ley, "cabe agregar que el tabaquismo se lleva en Argentina 45.000 vidas por año", según informó Moscariello. En tanto la OMS sostiene que, mientras que en el 2000 unos dos millones de personas murieron por esta causa, este año serán 4,9 millones, casi un 25 por ciento más.

"El tabaco es una epidemia que no debería ser promocionada ni publicitada", afirmó la directora general de la OMS en "El País". Además, esta organización internacional insiste en que para reducir la adicción de menores, los gobiernos tienen que subirle los impuestos a las empresas tabacaleras, para que tengan que aumentar el precio.

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