La negociación política es un arte. Pero para llevar a buen puerto esta compleja tarea es imprescindible respetar una máxima expresada por el abogado y tratadista austríaco Peter Drucker. “Lo más importante en una negociación es escuchar lo que no se dice”, dijo el hombre de leyes. En el caso de las negociaciones que llevan adelante el Pro y el Frente para la Victoria (FpV) para que avance la Ley Integral de Seguridad Pública de la Ciudad de Buenos Aires, los acuerdos se tornan ineludibles para ambos espacios políticos. Los objetivos de las dos fuerzas son distintos, pero coinciden en un punto en común: la aprobación de la mejor ley posible.
El Pro necesita que la norma se apruebe para que entre en funcionamiento la nueva Policía de la Ciudad de Buenos Aires, y por eso está dispuesto a aceptar modificaciones en el proyecto. Pero, además, necesita que se cumplan ciertos tiempos legislativos.
La ley debe ser aprobada en la Legislatura antes de que sea tratado el Presupuesto 2017. Dentro de ese esquema, el oficialismo pretende que el proyecto tenga dictamen favorable de las comisiones de Justicia y Seguridad el viernes 4 de noviembre y que sea tratada en el recinto el jueves 17 de noviembre.
El apuro que tiene el Pro lo lleva a negociar. Pero también hay una cuestión exclusivamente política. El Gobierno de la Ciudad quiere que la ley salga con el mayor consenso posible. La tarea que tienen los legisladores del Pro Daniel Presti (presidente de la Comisión de Justicia) y Juan Pablo Arenaza (presidente de la Comisión de Seguridad) no es sencilla pero parece estar encaminada y cerca de lograr el objetivo.
El bloque del Frente para la Victoria (FpV) no quiere ser un obstáculo para que la nueva Policía de la Ciudad de Buenos Aires entre en funcionamiento, pero pretende introducir modificaciones importantes en el proyecto. Noticias Urbanas accedió al listado de modificaciones que el FpV le presentó al Pro.
Si se aceptan esos cambios, el bloque que lidera Carlos Tomada está dispuesto a apoyar en el recinto el proyecto. A pesar de que se necesitan 31 votos, y el Pro tiene 28 propios, la idea es que la ley salga con el mayor consentimiento posible, y eso es lo que agiganta las posibles del FpV para introducir modificaciones. Y los cambios que se exigen no son superficiales. El tema de la transparencia es uno de los más importantes según el Frente para la Victoria.
El ministro de Justicia y Seguridad del Gobierno de la Ciudad, Martín Ocampo, dejó en claro que la Oficina de la Transparencia será la encargada de controlar a la nueva fuerza. Es lo que en la Policía Federal y en la Policía Bonaerense se conoce como la Dirección de Asuntos Internos, el organismo encargado de controlar a la propia policía.
Pero a la idea de Ocampo, que está incluida en el proyecto de Ley Integral de Seguridad Pública, el FpV pretende agregarle modificaciones. En principio, quiere que los vecinos de la Ciudad tengan participación en ese control. Una especie de participación ciudadana que controle el accionar de la policía porteña.
Un anexo de este tema sería la exigencia que planteó la legisladora Paula Penacca de crear la figura del Comisionado Civil Comunal Electivo, que sería un funcionario civil, elegido por el voto popular, que actuaría como el vocero de los vecinos de la comuna (habría uno cada comuna) en cada una de las comisarías de la Ciudad. Todos estos pedidos se inscriben dentro de la cuestión de la autoridad civil que, según el FpV, debería tener la fuerza.
El otro pedido importante está relacionado con la regulación de los protocolos de actuación que tendrá la nueva fuerza en las manifestaciones callejeras. Este tema es complicado, ya que está relacionado con los cortes de calles y piquetes. El Gobierno nacional ya impulsó un protocolo de actuación para las fuerzas de seguridad, pero el FpV quiere que quede en claro en la ley cuáles serán las atribuciones de la Policía de la Ciudad en este tipo de ocasiones. “Tenemos que saber con exactitud cómo actuará la policía local en este tipo de manifestaciones, y eso tiene que estar reglamentado por ley”, le dijo a Noticias Urbanas un legislador de la oposición.
La creación de una Defensoría de la Policía es otra de las cuestiones que el FpV pretende imponer. En principio, esta Defensoría estaría controlada por la oposición, pero el Pro teme que se transforme en una especie de sindicato policial.
El Frente para la Victoria también quiere que se incluya dentro del proyecto de ley la regulación de la actividad de la seguridad privada en el ámbito de la Ciudad. El FpV ya presentó un proyecto de ley sobre el tema. El propio Ocampo adelantó que la norma pretende regular la actividad. Ahora será el momento de ponerse de acuerdo en los puntos exactos de la regulación.
El legislador Gabriel Fuks también pretende separar a los Bomberos del cuerpo de la Policía Federal, creando así una estructura autónoma, dentro del marco del traspaso de las fuerzas al ámbito de la Ciudad.
El tema de violencia de género es otro de los puntos que se pretenden incluir con detalle en la nueva ley. El listado de pedidos no es menor. Pero el Pro está confiado en lograr que la negociación tenga un final feliz. Las charlas están avanzadas, y la mayoría de las modificaciones, aceptadas. La idea es que todos ganen. Aunque en política nunca se sabe. Llegó la hora de escuchar lo que no se dice mientras se negocia.
