Raúl Zylbersztein, presidente de la Federación Económica de la Ciudad (FECIBA) manifestó su firme rechazo al proyecto del Ejecutivo porteño que promueve la rezonificación de los terrenos lindantes al estadio del club Ferro Carril Oeste, para permitir a la empresa IRSA construir un shopping.
La Federación no descarta recurrir a la justicia porque consideran que la construcción del shopping acabaría con la actividad de más del 70 % de los pequeños comercios de la zona.
El reclamo del referente de las pymes coincide con el de los vecinos autoconvocados y el de varios legisladores opositores, quienes consideran que “la instalación de ese establecimiento comercial ocasionaría graves conflictos ambientales y urbanísticos, ya que afectaría la circulación vehicular de la zona, hoy colapsada, e incrementaría la demanda de los servicios públicos del área, que se encuentran al límite por el incesante avance de la construcción”.
Sin embargo, el representante de las pequeñas y medianas empresas porteñas fue aún más allá y aseguró que “la Ciudad no necesita más shoppings, y menos de ese tamaño, lo cual destrozaría un circuito comercial impecable, como lo es hoy el de Caballito; con epicentro en la intersección de las avenidas Acoyte y Rivadavia”.
A la vez, consideró que “llevaría a la quiebra a gran parte de ese entramado de comercios minoristas, fomentando que una sola empresa se lleve todas las ganancias”.
Zylbersztein señaló: “La Ciudad tiene una de las más grandes concentraciones de Shoppings por habitante del mundo y, para peor, todos forman parte de la misma empresa, lo cual distorsiona no solo el mercado inmobiliario, sino también el comercial, ya que únicamente se habilita espacio de trabajo para las grandes cadenas y se imponen políticas comerciales.”
Además observó que “ Nueva York, Milán, Paris y muchas otras capitales, mecas del comercio internacional, no permiten este tipo de emprendimientos faraónicos en medio de la ciudad, ya que dan lugar a los comercios barriales o galerías comerciales para que puedan desarrollar su particular impronta”.
También, afirmó que “el proyecto no contempla los graves problemas estructurales que padece la zona, dado que desde el año 2006 en adelante recibe anualmente entre el 10 y el 15% de todo lo que se construye en la Ciudad, sumando en ese periodo más de 2.000.000 de m2 construidos”.
Y agregó que “todo eso ha hecho que su infraestructura de provisión de agua y cloacas se encuentre en estado crítico y que presente importantes problemas de provisión eléctrica, los cuales se incrementarían estrepitosamente si se concreta la obra en cuestión”.
“Esos datos y antecedentes demuestran que sería imposible sostener la construcción de un megashopping que tendría más de diez pisos de altura, varios cines, un estacionamiento para 20 mil coches y que recibiría mensualmente la visita de entre 2 y 2,5 millones de personas”, continuó.
Finalmente, Raúl Zylbersztein manifestó que su entidad “no descarta presentar un recurso de amparo en la justicia para frenar el avance del proyecto” y agregó que “se agotarán todos los caminos posibles para preservar la calidad de vida del barrio y los puestos de trabajo de todos sus comercios”.