En la audiencia pública que se realizó el viernes, las distribuidoras de electricidad del área metropolitana, Edesur y Edenor, propusieron aumentos tarifarios para los clientes residenciales en torno al 31 por ciento, más una actualización estacional vinculada a otras variables macroeconómicas.
Edesur pide una suba promedio de 30,7% y Edenor, de 31% para los clientes residenciales.
Estos pedidos fueron rechazados por las asociaciones de consumidores, usuarios y representantes de sectores productivos y de servicios.
La audiencia pública se realizó en el Teatro de la Ribera en el barrio porteño de La Boca y duró un poco más de 12 horas.
El gerente general de Edesur, Juan Carlos Blanco, y el CEO de Edenor, Ricardo Torres, explicaron que el ajuste pedido corresponde a diciembre pasado y se aplicará sólo sobre el 40% que reciben las empresas como valor agregado de distribución (el resto corresponde al costo de la energía mayorista, 35% y a los impuestos, 25%).
Estas solicitudes de aumentos tarifarios serán consideradas por el ente regulador que en un lapso de 30 días contestará las propuestas e inquietudes formuladas en la audiencia.
Por su parte, los representantes de defensorías del pueblo y de entidades de consumidores solicitaron que los aumentos sean graduales, coincidieron en solicitar una tarifa social que unifique a todos los servicios esenciales y pidieron que las distribuidoras paguen las multas por mal desempeño.
Entre las coincidencias que manifestaron las entidades se destacó la necesidad de asegurar y ampliar la tarifa social, el rechazo a la magnitud de los incrementos propuestos, el reclamo de gradualidad para su aplicación, y el cuestionamiento de la dolarización de las tarifas y su virtual indexación en caso de estar atada a la evolución de la inflación.