El tranvía porteño, que tuvo su hora de gloria durante la primera mitad del siglo pasado, volverá a los rieles con nuevo diseño y nuevo recorrido a partir del próximo 20 de enero en la zona de Puerto Madero, en principio con fines turísticas pero sin descartar su objetivo de máxima: volver a ser una opción de transporte laboral o recreativo.
El primer tramo de un recorrido que está diseñado para más, operará entre las avenidas Córdoba e Independencia. Serán dos vagones nuevos, modelo Citadis, de la empresa Alstom. El costo del boleto será de $ 0,70, y en esta primera etapa habrá lugar para 188 personas, 58 sentadas y 130 paradas.
El jefe de Gobierno, Jorge Telerman, que auspicia las ‘tecnologías limpias’ en estos tiempos de calentamiento global, dijo que "la idea es que el tranvía sea ‘el’ medio de transporta de Puerto Madero. Es un medio no contaminante, y el objetivo a largo plazo es replicar el modelo en otros lugares de la ciudad".
Igualmente, programada está la extensión de esta línea: hasta Retiro en pocos meses más, y hasta La Boca casi de inmediato. El proyecto también está planeado para descomprimir el tránsito y la movilidad de quienes trabajan o se mueven en ese circuito. Una segunda línea correría paralela a Juana Manso y conectaría Madero Este, que carece de transporte público.
El Gobierno porteño administrará la concesión y se hará cargo de los semáforos y los flamantes rieles. Entretanto, Feerrovías se encargará de la infraestructura y el mantenimiento.
Puerto Madero es un centro turístico de alto impacto comercial. La elección del lugar para la inauguración quedó concretada el pasado 20 de julio en París, cuando Argentina y Francia firmaron un convenio de cooperación para la construcción de líneas de alta velocidad.