El legislador Javier Andrade exigió, junto a los vecinos de Villa Urquiza, por irregularidades en una obra en construcción emplazada en Olazábal y Triunvirato, que terminó con la ruptura de parte de la calle.
El diputado porteño del Frente para la Victoria se reunió con decenas de vecinos de la zona y la Multisectorial Villa Urquiza para charlar y exigir respuestas frente al peligro de contaminación y derrumbe del edificio en construcción. El diputado aclaró que desde su espacio se están dando todas las discusiones posibles.
“El FpV presentó un proyecto de pedido de informe al Gobierno de la Ciudad para que se dé cuenta del proceso administravo; si contaron con todas las habilitaciones necesarias para hacer la construcción e, inclusive, el informe de impacto ambiental necesario ya que se estaba construyendo sobre una estación de servicio”, agregó.
El diputado porteño resaltó: “Lamentablemente abundan estas situaciones en la Ciudad de Buenos Aires” ya que “de la mano del ‘negocio antes que nada’ se privilegia que el constructor pueda llevar a cabo su emprendimiento, más allá de lo que le pase a los vecinos”.
“La Agencia Gubernamental de Control es la que tiene que llevar adelante la fiscalización y control de todas las habilitaciones, desde las mesas que están afuera de los bares hasta las obras en construcción. Ahí está concentrado todo el poder de la habilitación de cualquier actividad económica que se realice en la Ciudad y, claramente, lo que pasó acá es que no se controló la obra e inclusive no se controló el impacto ambiental, porque uno delos problemas que hay ahora es el tema de los hidrocarburos que muy probablemente están, por la construcción en donde estaba la estación de servicio, penetrando las napas de donde todos toman agua en el barrio”, destacó Andrade.
Respecto a la responsabilidad del Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, por la falta de controles, el legislador dijo: “Este no es el primer caso que afecta a los vecinos de Urquiza. En 2011, en la esquina de Mendoza y Acha, un edificio fue evacuado por riesgo de explosividad ya que el suelo y las napas del inmueble estaban contaminados con combustible, al haber sido construido sobre una antigua estación de servicio. Anteriormente, en 2010, un gimnasio se desmoronó quitándole la vida a tres personas sobre la calle Mendoza, como consecuencia de la construcción de un edificio lindero de 10 pisos. Por estas muertes, el Gobierno de la Ciudad tampoco se hizo responsable, y acusó únicamente al ingeniero responsable de la obra.
“La falta de controles ponen en peligro a los ciudadanos porteños. Estamos frente a una gestión que viene de una pesada herencia macrista cuando se trata de seguridad en las obras, y vemos que Larreta continúa esto en la falta de planificación y control previo de construcciones que se realizan en la Ciudad”.