Un poco antes de las 12, se conoció la noticia. Todos los despachos de la Legislatura porteña recibieron la misma información: había que desalojar el histórico edificio.
El motivo oficial era la rotura de un caño de agua. Y debido a eso la Legislatura debía ser abandonada.
El aviso agregaba que había tiempo hasta la 13 para abandonar las oficinas. Eso motivó que las reuniones de comisiones pautadas para este viernes fueran suspendidas.
También se pospusieron los eventos programados por la Dirección General de Protocolo y Ceremonial y las reuniones especiales.