En el marco de la 25° edición de la Marcha del Orgullo y a 20 años de la muerte del militante Carlos Jáuregui, la Legislatura porteña publicó el libro Acá estamos. Carlos Jáuregui, sexualidad y política en Argentina, iniciativa basada en un proyecto de resolución del legislador de la Coalición Cívica ARI, Maximiliano Ferraro.
Acá estamos. Carlos Jáuregui, sexualidad y política en la Argentina contiene textos inéditos del activista LGTBI Carlos Jáuregui, y una selección de sus artículos periodísticos, además de fotos y material de archivo de diferentes medios de comunicación.
La dirección editorial de libro estuvo a cargo del legislador Maximiliano Ferraro, el diseño editorial fue realizado por Jorge Codicimo y la compilación bajo la responsabilidad del escritor y periodista Gustavo Pecoraro. Participan con sus ensayos personalidades de la cultura, el periodismo, la ciencia política, los derechos humanos y la sociología como Martín de Grazia, Diana Maffia, Ernesto Meccia, Mario Pecheny, Mabel Bellucci, Cesar Cigliutti, Marcelo Ferreyra, Alejandra Sardá, Héctor Anabitarte, Osvaldo Bazán, Ilse Fuskova, Alejandro Modarelli.
También escriben el vicejefe de Gobierno de la Ciudad, Diego Santilli (Pro), y los legisladores porteños Andrea Conde (FpV), Roy Cortina (PS), Maximiliano Ferraro (CC-ARI), Pablo Ferreyra (FpV) y Patricio del Corro (PTS-FIT).
La publicación que cuenta con una tirada de 2500 ejemplares, es de distribución gratuita y será repartida a bibliotecas, centros culturales, organizaciones de la sociedad civil y de los derechos humanos, universidades y escuelas, entre otros lugares.
El 20 de agosto de 1996 falleció en la ciudad autónoma de Buenos Aires Carlos Jáuregui, que fue el primer presidente de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) desde 1984 hasta 1987, y representante de Gays por los Derechos Civiles (GAYS DC) desde 1991.
Carlos Jáuregui es considerado el más destacado militante por los derechos de gays, lesbianas, travestis, transexuales e intersexuales de la Argentina en estos más de treinta años de democracia.
Su praxis militante se remonta a 1981 cuando asiste a su primera Marcha del Orgullo LGTBI en Paris, donde vivía y estudiaba gracias a una beca de Historia Medieval que había obtenido para cursas en La Sorbone. Posteriormente conoce Nueva York y se empodera del llamado “Gay Power” estimulado por la experiencia que había dejado la huella de Harvey Milk en San Francisco, quien había sido asesinado en 1978.
Vuelve a la Argentina en 1982 y con el advenimiento de la democracia en 1983 y el triunfo de Raúl Alfonsín, sueña con un futuro de libertad para el colectivo LGTBI. Pero en el verano de 1984 cuando muchos bares y discos que contemplaban la diversidad abrían sus puertas fueron víctimas de razzias por parte de la Policía Federal y su división Moralidad, la preocupación y la inquietud se instala en él y participa de la reacción de sectores de la comunidad que llaman a una asamblea abierta en la recién inaugurada discoteca llamada Contramano, que deriva en la creación de la CHA (Comunidad Homosexual Argentina) la primera organización homosexual institucionalizada después de la Dictadura Militar.
En 1991 funda Gays por los Derechos Civiles junto a un grupo de militantes que había participado anteriormente en la CHA, formando un grupo de trabajo incansable y atendiendo diferentes temas: legal, salud, jóvenes, o el apoyo a personas trans, travestis y transexuales.
El 28 de junio de 1992 representando a Gays DC y junto con otras organizaciones, es uno de los convocantes de la Primer Marcha del Orgullo en Argentina.
Jáuregui fue la cabeza visible del movimiento LGTBI de esos años, propulsor de eventos, encuentros nacionales, charlas de sexualidad y política, referente en medios de comunicación, columnista de la revista NX y candidato a diputado y a convencional constituyente en la Ciudad de Buenos Aires en dos oportunidades: por la Alianza Sur en primer término, y por la Unidad Socialista posteriormente.
En el medio del debate en la Asamblea Constituyente de la ciudad de Buenos Aires de la inclusión de una cláusula antidiscriminatoria en la Constitución de la ciudad con el mismo espíritu que la eliminación de los edictos que fueron reemplazarlos por el código de faltas que sancionó la naciente Legislatura, y en permanente lucha por los derechos la comunidad LGTBI, fallece el 20 de agosto de 1996.
“A 20 años de su desaparición física, Carlos Jáuregui recobra un sentido significativo en el sostenimiento y fortalecimiento de la memoria. Memoria que se nutre de nuestro pasado, pero que también lo debe hacer con el presente y futuro como antídoto social ante la amnesia que muchas veces se impone en este mundo sombrío”, manifestó Maximiliano Ferraro (director editorial)
“Escribir sobre Jáuregui es escribir sobre alguien que tiene en el colectivo LGTBI un respeto cuasi unánime (incluso entendiendo esa no unanimidad desde comprender la ignorancia) pero que más allá de la propia pertenencia es alguien que trascendió un colectivo para situarse en la sociedad y los movimientos sociales como otro de esos nombres que nos abarcan, dueños por derecho de bautizar una calle, una plaza o una estación de tren”. señaló Gustavo Pecoraro (compilador).