El proyecto de ley que autoriza la afectación de terrenos para construir un nuevo recorrido de la autovía Illia y permitir la urbanización e integración de las villas 31 y 31 bis del barrio de Retiro, fue analizado en audiencia pública. Participaron funcionarios, organizaciones barriales y vecinos.
En lo que hoy es la traza de la autopista urbana Arturo Illia se proyecta hacer un gran espacio verde lineal de 1.300 metros de extensión, integrado a los reurbanizados barrios 31 y 31 bis de la zona de Retiro. Para eso se prevé construir un nuevo trayecto de la autovía, de 1.900 metros de largo, dos puentes y otras obras de infraestructura.
La iniciativa legal que autoriza la afectación correspondiente de terrenos ya obtuvo una primera aprobación por parte de los legisladores de la Ciudad y por eso, el martes, se realizó en el salón San Martín de la Legislatura porteña la audiencia pública que es obligatoria antes de la sanción definitiva de la norma.
Participaron funcionarios públicos, del Ministerio Público de la Defensa, legisladores, organizaciones barriales y vecinos. Además de los expositores oficiales hubo una larga lista de oradores.
La discusión fue conducida por el legislador Agustín Forchieri (Pro), presidente de la Comisión de Planeamiento Urbano de la Legislatura, junto a los legisladores Maximiliano Sahonero, Emilio Raposo Varela, Esteban Penayo, José Acevedo y Lía Rueda (Pro); Paula Penacca y Javier Andrade (FpV) y Adrián Camps (PSA).
Los expositores fueron el subsecretario de Planeamiento y Gestión Comunitaria, Gastón Mascías; el subsecretario de Planeamiento de Desarrollo Urbano y Transporte, Carlos Colombo; el gerente de proyecto de Autopistas Urbana, Miguel Ortemberg; la directora de Planificación de la Movilidad (de Tránsito y Transporte), Guadalupe Rodríguez Marcaida, y por el Ministerio Público de la Defensa, la defensora Lorena González Castro Feijoó.
Los funcionarios del Poder Ejecutivo aseguraron que toda la planificación de las obras se hace con la participación de los vecinos, pero la defensora Castro Feijoó aseveró: “El Ministerio Público de la Defensa considera que los vecinos no han sido escuchados”.
Varios de los vecinos participantes manifestaron su respaldo a los planes de reurbanización de las villas del barrio de Retiro pero dijeron oponerse al paso de autopistas. Hubo posturas encontradas entre las organizaciones barriales y se demandó del oficialismo garantías de que los habitantes que deban ser relocalizados tengan asegurado su acceso a una vivienda digna.
El funcionario Mascias explicó que con la reurbanización de las barriadas se busca integrarlas al resto de la Ciudad. Informó que esto involucra a unos 32.000 vecinos, cuyos representantes participaron de más de un centenar de talleres y reuniones, mediante un modelo participativo en el que hay 129 delegados de la gente. A su vez, 60 trabajadores sociales hicieron relevamientos socio-demográficos. Se sabe que el 80 por ciento de los habitantes carece de cobertura médico asistencial, que de quienes trabajan más de la mitad lo hacen en la informalidad y que hay necesidades insatisfechas en materia de educación.
El plan oficial – se explicó- prevé mejorar las condiciones de habitabilidad, integración social, desarrollo sostenible e integración urbana. Se construirán viviendas nuevas para realojar a quienes viven precariamente debajo de la traza actual de la autopista y los que moran en otros terrenos que queden afectados a obras de infraestructura vial o social. Además, hay un programa para la construcción y/o ampliación y mejoramiento de escuelas y de centros de asistencia sanitaria y comunitaria (Cesac). Otras de las obras tienen que ver con la “puesta en valor” de 900 comercios y 350 puestos feriales y con la apertura de calles, pavimentos, cloacas, redes de agua potable y de energía eléctrica.
En el rubro mejoramiento de espacios públicos, se destaca el nuevo parque de 1.300 metros de largo por más de 20 metros de ancho, que se emplazará sobre lo que hoy es la Autopista Illlia.
Respecto de la nueva traza, comenzará a la altura de la intersección de las avenidas 9 de Julio y Libertador; será una estructura mixta de acero y hormigón, con cuidados estéticos, de 1.900 metros de largo y tres carriles de 3,65 metros cada uno en cada una de las manos (seis carriles en total).
Hubo tres alternativas de recorrido y se terminó optando por una que pasará por encima de la avenida Brigadier Juan Facundo Quiroga, bordeando el Parque Thays, el Centro de Exposiciones, la Facultad de Derecho, hasta unirse con la traza de la autopista actual a la altura de la estación de cobro de peaje.
La norma fue propuesta por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad y obtuvo dictamen de la Comisión de Planeamiento Urbano de la Legislatura. En primera lectura fue aprobada en sesión ordinaria por 35 votos a favor, 16 en contra y 5 abstenciones.
Al fundamentar la iniciativa, el Gobierno de la Ciudad sostuvo que la actual traza de la autopista “se presenta como una barrera física que divide los barrios 31 y 31 bis, separándolos del entramado urbano del resto de la ciudad y generando una situación de constante inseguridad para los vecinos que viven linderos y por debajo de la misma”.
Se planteó entonces “la necesidad de readecuar urbanísticamente el sector comprendido por los barrios 31 y 31 bis, contemplando una solución que brinde a sus habitantes una mayor cantidad de espacios públicos y por ende una mejora sustancial en sus condiciones de vida”. Y al respecto se habló de un esquema urbanístico “que permita el desarrollo de la vía vehicular, en total coexistencia con sus adyacencias y las áreas urbanas que la circundan, generando condiciones favorables para los ciudadanos y el desarrollo urbano de la ciudad”.
Tras la audiencia pública, falta ahora que el proyecto sea nuevamente debatido en segunda lectura, para su sanción definitiva.