El Gobierno puso en marcha un Comité de Emergencia para lidiar con los cortes de electricidad que se agudizarán durante el verano por el deterioro estructural de las redes de distribución en Capital Federal y el Conurbano durante el verano. Se apunta, por un lado, a robustecer la respuesta del Estado frente al incremento de la demanda de energía durante los días de calor. Y al mismo tiempo, a reducir el costo político de la administración de Mauricio Macri ante una eventual ola de cortes masivos de electricidad en el área metropolitana.
Desde hoy y hasta el 31 de marzo quedó constituido un comité interministerial que buscará agilizar la capacidad de respuesta en las localidades que sufran interrupciones en el suministro eléctrico. El organismo funcionará las 24 horas y estará conformado por directivos de Edenor y Edesur –las dos mayores distribuidoras eléctricas del país, que brindan el servicio a casi 20 millones de personas- y del Ente Regulador de Electricidad (Enre), así como también, por funcionarios de los ministerios de Energía, Seguridad, Salud, Desarrollo Social y Defensa y de la Jefatura de Gabinete que dirige Marcos Peña, que tendrá a su cargo la comunicación de las decisiones de gobierno si la situación se complica.
También, participará personal de Defensa Civil de la Ciudad y de la Provincia de Buenos Aires y técnicos del Servicio Meteorológico de la Nación. La responsabilidad por la operación del sistema y contención ante eventuales cortes recaerá sobre Edenor y Edesur. El Gobierno intervendrá si la capacidad de respuesta de los privados se ve superada.
“Para esos casos, queremos están condiciones de agilizar la toma de decisiones, disponer de enlaces rápidos entre las distintas dependencias de gobierno y con las fuerzas provinciales. Se conformó un mapa con las zonas de mayor conflictividad en materia de cortes para poder dar respuesta de la mejor manera posible”, precisaron allegados a la Jefatura de Gabinete.
Es la primera vez que se busca una coordinación anticipada de este tipo. El Ejecutivo estaba trabajando desde hace meses –con reuniones cada 15 días- para conformar un comité de emergencia para enfrentar los cortes de luz que se registran cada verano por la saturación del sistema.
Desde lo técnico, el escenario no es el mejor. Pese al incremento de las tarifas eléctricas en febrero, la inversión de Edenor y Edesur en la recuperación del tendido de distribución se ubicó en valores similares a los de 2015. Las empresas argumentan que la judicialización de los aumentos –que suspendió la suba en varias localidades del Conurbano- afectó sus ingresos y por ende, no permitió cumplir con los desembolsos presupuestados.
Según las proyecciones oficiales, la demanda eléctrica alcanzará este verano un nuevo record de alrededor de 25.800 megawatt de potencia. El Gobierno apuró el mantenimiento de varias usinas termoeléctricas para estar cubierto en el área de generación, pero en el segmento de distribución, como admitió el ministro de Energía, Juan José Aranguren, dependerá de cuán duro castigue el calor a los cables y redes de transmisión.
Demanda en baja. El consumo de energía eléctrica registró en octubre un descenso de 7,2 por ciento en comparación con el mismo período del año anterior, con temperaturas superiores a las registradas en 2015, según datos de Fundelec. La caída de la demanda se repitió en todo el universo de usuarios: la demanda residencial cayó un 8,9 por ciento; la comercial, un 3,8 por ciento; y la industrial, un 8,2 por ciento, lo que deja a las claras el fuerte freno de la actividad económica. Pese a eso, el acumulado de los primeros diez meses arroja una suba interanual del 1 por ciento. En tanto que en lo que va de noviembre, la demanda continúa amesetada con un crecimiento de apenas del 0,4 por ciento, adelantaron fuentes del sector eléctrico.