Mercosur vivió un episodio inédito en la diplomacia como consecuencia de la crisis tras la suspensión de Venezuela. La canciller de este país, Delcy Rodríguez, trató de entrar por la fuerza a una reunión del Mercosur en Buenos Aires a la que no había sido invitada. Acompañada por el canciller de Bolivia, David Choquehuanca, y aplaudida por militantes del Frente para la Victoria en la calle, Rodríguez abrió paso entre la policía hasta lograr entrar en el Palacio de San Martín, sede del Ministerio de Exteriores, que estaba rodeado de vallas, con la intención de irrumpir en la reunión que mantenían sus colegas de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Ante la prensa, a las puertas del palacio, expresó que si no le dejaban entrar por la puerta lo haría “por la ventana”.
La canciller argentina, Susana Malcorra, explicó después que le había comunicado por escrito que no estaba invitada a la reunión. Malcorra trató de aplacar la situación invitando a Rodríguez a una reunión bilateral en su despacho, en otro edificio frente al palacio. Allí fue con Choquehuanca y también acudió Ricardo Nin Novoa, canciller uruguayo. Estuvieron más de una hora intentando convencerla de que no podía participar en la reunión, pero no lograron llegar a ningún acuerdo y Malcorra y Nin Novoa fueron a la cita en el palacio, mientras ella se quedaba en la calle. Pero insistió en entrar. “Era una situación compleja. Hizo lo que pudo por acceder al palacio. Iba a entrar por la puerta o por la ventana, como dijo, eso generó mucha tensión, así que la dejamos pasar para no tener un problema mayor”, explicó Malcorra. “No conozco ningún precedente de que se pueda entrar a una cumbre sin autorización”.
En medio de una enorme tensión, Rodríguez accedió al palacio. Pero ya era tarde. Cuando se presentó en el lugar se encontró con una sala vacía: los cancilleres ya habían dado por terminado el encuentro y en esos momentos almorzaban fuera del edificio. “Los cancilleres de la Triple Alianza confabulados contra Venezuela y el Mercosur se niegan al diálogo con Bolivia y Venezuela”, escribió la canciller en su cuenta en Twitter con una foto de la sala vacía. “Ya estamos en la reunión de Mercosur esperando por los cancilleres de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay!”, había escrito pocos minutos antes, confiada en que entraría. Pero nunca llegó a cruzarse con ellos. Sólo había una mesa rodeada de sillas vacías, enmarcadas por las banderas del Mercosur, pero sin Venezuela. Sí estaba la de Bolivia, que está en proceso de adhesión. Sin embargo, Choquehuanca nunca llegó a participar del encuentro y se mantuvo en todo momento solidario con Venezuela.
El brasileño José Serra, el más duro contra Venezuela, también había puesto su granito de arena en la guerra de Twitter y había dejado claro que no recibirían a Rodríguez. “Estoy reunido con los cancilleres de Argentina, Paraguay y Uruguay en Buenos Aires para la XI Reunión Extraordinaria del Consejo del Mercosur”, escribió junto a una foto que lo mostraba en un salón de la cancillería sentado con Malcorra, el paraguayo Eladio Loizaga y el uruguayo Rodolfo Nin Novoa.
Venezuela se encuentra suspendida del Mercosur desde el 2 de diciembre, cuando venció el plazo para que adecúe sus normas comerciales al protocolo de adhesión que firmó en 2012. El país caribeño no aceptó esa suspensión y llevó al bloque a una situación de crisis sin precedentes. En su defensa, el Gobierno de Nicolás Maduro argumentó que su país ha cumplido con el 95 por ciento de las normativas comerciales del bloque. Además, acusó a la Argentina, Brasil y Paraguay, de conformar un grupo “dictatorial” dispuesto a relegarlo de la diplomacia regional, que desde la llegada de Mauricio Macri a la presidencia argentina y de Michel Temer a la de Brasil es cada vez más crítica de línea ideológica de Caracas. Argentina ha asumido ahora la presidencia pro tempore del bloque, que se encontraba en manos de Caracas sin el consentimiento de sus pares.