La diputada nacional por Libres del Sur, Victoria Donda, no se arrepiente de haber salido en la foto del pacto que sellaron la semana pasada los principales referentes de la oposición en la Cámara baja para reformar el impuesto a las ganancias. En esta entrevista con Noticias Urbanas asegura que no pensó en “términos electorales” a la hora de sentarse al lado de Axel Kicillof (Frente para la Victoria) o Diego Bossio (Bloque Justicialista), ex funcionarios kirchneristas, para anunciar el proyecto opositor, que establece un aumento del mínimo no imponible de casi un 50 por ciento. “No hay un acuerdo con el kirchnerismo. Hay un acuerdo de muchos sectores por un proyecto. Cuando no hay consensos, se nos critica. Cuando finalmente lo logramos, también. Seguiremos buscando consensos con todos los sectores”, avisa.
En sintonía con el argumento del líder del Frente Renovador, Sergio Massa, la legisladora explica que el Gobierno no quiso consensuar una iniciativa con la oposición. También critica la posibilidad de que Mauricio Macri use el poder de veto para frenar la reforma por el costo fiscal que tendría para el Estado nacional y las provincias. “Me parece que seguir abusando de los vetos presidenciales es alejarse de la construcción de una república y de democracia verdadera, algo que el Pro decía en su campaña que iba a defender”, sostiene.
En una suerte de balance del primer año de Macri en la Casa Rosada, Donda afirma que desde que asumió la administración de Cambiemos “empeoró” la situación económica y social del país. Y no duda a la hora de ponerle una calificación a la gestión del Presidente. “Le pondría un 2. Creo que no cumplió casi nada de lo que prometió y, por el contrario, está empeorando todos los índices económicos, que ya venían complicados de la gestión anterior”, resalta.
Con la mira en las elecciones legislativas de 2017, la diputada por Libres del Sur confirma que trabaja para conformar una alianza electoral que incluya a Massa y a los progresistas.
Donda, además, destaca la aprobación de la Ley de Emergencia Social, que acordó el Gobierno con la oposición y diversas organizaciones, y confía en que no habrá desbordes ni saqueos en los últimos días de diciembre. Pero advierte: “Tal vez haya sectores interesados en que haya un caos a fin de año, pero seguro no son las organizaciones sociales”.
–¿Le sorprendió el enojo del Presidente por el acuerdo de la oposición para reformar el impuesto a las ganancias?
–No. Me parece lógico frente a una derrota política que tal vez no esperaba. No quisieron consensuar un proyecto común y así terminaron.
–¿Hay sectores del PJ que quieren desestabilizar al Gobierno?
–Eso habría que preguntárselo al PJ. No puedo emitir un juicio frente a eso.
–En caso de que el Senado apruebe el proyecto de ganancias, Michetti avisó que Macri lo vetaría. ¿Pagará el costo político?
–Eso no lo podemos decir ahora. De todos modos, más allá de si paga o no un costo político, me parece que seguir abusando de los vetos presidenciales es alejarse de la construcción de una república y de una democracia verdadera, algo que el Pro pregonaba en su campaña electoral que iba a defender y no lo está haciendo.
–¿El Gobierno está presionando a los gobernadores? ¿Volvió la lógica del látigo y la chequera del kirchnerismo?
–Más que volver, se quedó. Y no es lo único en lo que hay una continuidad con el kirchnerismo. De hecho, sigue el capitalismo de amigos y el nepotismo.
–Massa eludió la foto con Kicillof, pero usted no lo hizo. ¿No es “piantavotos” estar aliado a un kirchnerismo disminuido?
–No me preocupa la foto pensando en términos electorales y oportunistas. Esa foto solo reflejó un acuerdo de toda la oposición para consensuar un mejor proyecto de ganancias.
–¿Volvería a hacer un acuerdo con el kirchnerismo?
–No hay un acuerdo con el kirchnerismo. Como expliqué, hay un acuerdo de muchos sectores por un proyecto. Cuando no hay consensos, se nos critica. Cuando finalmente lo logramos, también. Seguiremos buscando consensos con todos los sectores para mejorar o aprobar proyectos que beneficien a la Argentina.
–¿Apoyaría una alianza integrada por Massa y Stolbizer en 2017?
–Nosotros estamos trabajando para construir un frente opositor al macrismo lo más grande posible. Eso incluye a Progresistas y al Frente Renovador.
–Y si Massa volviera al PJ, ¿lo seguiría respaldando?
–Lo discutiremos en mi organización en el caso de que eso se diera. Hoy solo es una hipótesis.
–¿Malena Galmarini puede ser una buena candidata?
–Por supuesto. Es una militante con experiencia en la gestión, joven y con convicciones.
–¿Cristina Kirchner puede ganar las legislativas de 2017 y desplazar a Massa como jefe de la oposición, o el kirchnerismo está terminado?
–Entiendo que el kirchnerismo está muy debilitado y no creo que sea un actor importante en la política como para poder volver al poder.
–¿Qué nota le pondría al primer año de gestión de Cambiemos en la Casa Rosada?
–Le pondría un 2. Creo que no cumplió con casi nada de lo que prometió y, por el contrario, está empeorando todos los índices económicos, que ya venían complicados de la gestión anterior.
–¿Usted cree que Macri empeoró la situación económica y social?
–Claramente. Y lo dicen todos los números que difunden consultoras privadas y organismos del Estado, como el Indec.
–¿Teme que haya saqueos este fin de año, o el Gobierno se aseguró unas fiestas tranquilas con la sanción de la Ley de Emergencia Social?
–En principio, no creo que vaya a haber saqueos. La Ley de Emergencia Social es el fruto de la lucha de las organizaciones sociales por buscar, al menos, un paliativo frente a la tremenda situación que están pasando muchos argentinos. Esto no significa que sea un cheque en blanco al Gobierno, debido a que todavía falta mucho para que esos sectores sociales encuentren una salida frente a su situación económica. Tal vez haya sectores interesados en que haya un caos a fin de año, pero seguro no son las organizaciones sociales.
–Patricia Bullrich denunció a grupos de Facebook que convocan a “saquear y voltear al Gobierno”. ¿Es creíble?
–Los saqueos no los producen grupos de Facebook, sino personas concretas. Si la ministra tiene información sólida y creíble, debería hacerla pública y no desatar una caza de brujas en la redes sociales.