Rusia pretende revolucionar el mundo del reality show llevándolo al extremo, donde 30 participantes de diferentes partes del mundo deberán convivir en un predio de mil hectáreas que, no siendo un detalle menor, pertenecerán a Siberia y deberán sobrevivir allí durante 9 meses y pasar el invierno.
De tal extremismo nace su nombre: “Game2: Winter” (Juego 2: Invierno) y el cual está inspirado en la famosa saga de cine “Los Juegos del Hambre”, protagonizada por la actriz Jennifer Lawrence.
Según contó el organizador del show, Evgueni Piatkovski, el proyecto arrancará el 1 de julio del próximo año y estará traducido a siete idiomas, por lo que “podrá verlo gente de cualquier país”. De esta forma, el reality show espera alcanzar los 2 mil millones de televidentes y obtener 100 mil millones de rublos (1.615 millones de dólares) de beneficios.
Además, explicó que uno de los objetivos principales del proyecto será demostrar que las personas son capaces de comunicarse a pesar de a las barreras idiomáticas y de sobrevivir en estas condiciones ayudándose mutuamente.
Los concursantes serán escogidos por votación pública, aunque también se podrá comprar el derecho a participar por 10 millones de rublos (160 mil dólares). Mas todos deberán someterse primero a un examen psiquiátrico y de salud, entre otros, a lo que seguirán dos semanas de curso de supervivencia a cargo de excomandos del Departamento Central de Inteligencia.
Quienes hayan visto alguna de las piezas de la saga, comprenderá los peligros a los que se exponen los participantes, no sólo por el contacto con la naturaleza directo y, en este caso, en un contexto cruelmente frío y apartado, sino también en su convivencia entre ellos mismos. Al respecto de este punto que comenzó a ser polémica entre los medios del mundo al tergiversar que serían permitidos los asesinatos o violaciones, Piatkovski lo desmintió rotundamente, pero advirtió que todo puede pasar y que no podrán controlar todos los aspectos del programa. Es que, al estar islados en esas mil hectáreas, si algo sucediera el helicóptero de rescate o auxilio tardaría al menos media hora en llegar. “Trataremos de hacer todo lo posible para salvarlos, pero no somos dioses”, dijo el organizador, siendo muy claro al respecto.
Aunque, en este punto, también aclaró que “estará prohibido violar las leyes de Rusia, lo que sería motivo de expulsión del proyecto, sin desembolsos de ningún tipo. Es lo primero que escribieron mal los medios”.
Cada uno tendrá un “botón especial” y si lo acciona será evacuado en helicóptero en 30 minutos sin opción de regreso. “Si sienten que no pueden más, tienen dos opciones: ser salvados o quedarse allí para siempre”, sintetizó.
Por otra parte, el programa tendrá algunos puntos excepcionales, tales como que su grabación se realizará por cámaras autónomas en el bosque, sin operadores, y por aquellas que portarán los participantes. Y también el público podrá ayudar con regalos, pero su coste será escandaloso.
“Se podrá regalar todo lo que se quiera”, desde un martillo a una motosierra o comida, pero no armas ni nada que esté prohibido por ley, cerró Piatkovski.