El paro de los diferentes servicios del transporte público en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano bonaerense causó un caos en las primeras horas de la mañana del lunes.
No hubo colectivos entre las cinco y las siete de la mañana y no hubo subte entre las cinco y las doce.
Como consecuencia de las diversas medidas de fuerza, más personas decidieron movilizarse en auto, lo que colapsó los accesos a la Ciudad y las principales avenidas que conectan al centro porteño con el resto de la Capital Federal.
Tal fue el grado de congestión, que muchos trabajadores prefirieron bajarse de los colectivos y taxis para caminar hacia el Obelisco.